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CAMBIO POLÍTICO | Reacciones en el Partido Popular

Los populares pretenden que el PSOE ceda puestos a las minorías en las Mesas

El Partido Popular quiere mantener los cuatro puestos en la Mesa del Congreso y al menos los tres en la Mesa del Senado que le corresponden por el número de diputados y senadores que obtuvo en las elecciones del 14 de marzo. El PP considera que es el partido ganador de las elecciones, el PSOE, quien necesita el apoyo de los grupos minoritarios al no haber obtenido mayoría absoluta. Añade que es el PSOE quien ha prometido a los grupo minoritarios que la representación en las Mesas del Congreso y del Senado sea "plural", pues, en principio, poco o nada tiene que ganar el PP de cesión alguna de esos puestos.

El PP considera asimismo que "por cortesía parlamentaria" debería ser popular el presidente del Senado. Pero le faltan cuatro escaños para la mayoría absoluta y no parece que el PSOE esté dispuesto a dar tal concesión sin contraprestación de los populares.

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En las dos últimas legislaturas sin mayoría absoluta, las cesiones las hizo básicamente el partido vencedor para que estuvieran representados en la Mesa los grupos que después fueron sus socios de legislatura. Así, en 1993, cuando el PSOE ganó por mayoría minoritaria, con 159 diputados, y el PP tuvo 141, el PSOE cedió dos puestos en la mesa: un vicepresidente a CiU y un secretario al PNV. Y, de forma casi simétrica, en 1996, cuando el PP ganó con 156 escaños frente a 141 del PSOE, fue el PP quien cedió una vicepresidencia a CiU y un puesto de secretario al PNV, pues ambos grupos nacionalistas fueron sus socios de legislatura. Bien es cierto que en 1996 el PSOE cedió uno de los puestos en la Mesa que, por la mecánica de los números, le correspondían a IU.

El reparto de puestos en las Mesas del Congreso y del Senado se explica en el cuadro y consiste en una serie de votaciones consecutivas: para presidente, vicepresidentes y secretarios. En cada una, cada diputado sólo puede votar a un candidato. De ahí que, sin pacto, sólo los dos grupos mayoritarios, el PSOE y el PP, tengan posibilidades de tener representación en las Mesas. Es una participación fundamental, pues este órgano es el que ordena el trabajo parlamentario, las iniciativas de la oposición que se aceptan a trámite o se rechazan y el calendario de votación de las leyes del Gobierno.

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