_
_
_
_
_
Reportaje:

El auge de la fe hinduista en India impulsa a Vajpayee

Tras cambiar su lema electoral fallido y cosechar apoyos en zonas hindúes, el primer ministro recupera el liderazgo en los comicios

El primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, cosechó ayer suficientes votos en el gran cinturón hindú, conocido como el cinturón de la vaca, como para que su formación, el nacionalista Partido Baratiya Janata (BJP), vuelva a formar una coalición que dirija durante los próximos cinco años el segundo país más poblado del mundo, con 1.050 millones de habitantes. Ése era el pronóstico casi unánime de los distintos sondeos a pie de urna, ya que los resultados oficiales se conocerán a partir del día 13, cuando comience el recuento de votos de unas elecciones divididas en cuatro fases, entre el 20 de abril y el 10 de mayo, para garantizar la seguridad de los votantes, lo que exige el desplazamiento a las distintas zonas de voto de millones de efectivos de las fuerzas de seguridad. Pese a ello, al menos dos personas murieron ayer en Bihar, la región más pobre de India, y otras dos en el Estado de Yamu y Cachemira al ser alcanzadas por artefactos explosivos

Más información
La dinastía Gandhi recupera el poder en India
El Partido del Congreso elige a Sonia Gandhi como candidata a primera ministra de India

Hace tanto calor que el mármol arde, pero los centenares de creyentes que acuden al templo de Lakshmi Narayan (la diosa de la abundancia) se descalzan sin reparos. Es uno de los templos hindúes más populares de la capital. Su jefe religioso, Ravindra Nagar, sostiene que "la competencia y la tensión del mundo actual es lo que está impulsando la fe hindú y no el que gobierne el BJP".

No es ésa la opinión de los indios más liberales, muchos de los cuales se declaran hindúes, pero están en contra de la interconexión entre política y religión, como el arquitecto Mohan Thapar, que se ha hecho millonario con la bonanza económica de los últimos años.

Ante los desfavorables sondeos de las dos primeras fases, Vajpayee, de 79 años, que goza de una tremenda popularidad, se vio obligado a cambiar su consigna de "India brilla", que molestaba a los cientos de millones de indios cuya economía no se ha beneficiado del boom de la industria de software y la informática, por un discurso sobre la necesidad de estabilidad. Parece que lo ha conseguido. No en vano, Vajpayee es el mejor encantador de serpientes: se le considera un moderado y procede de la RSS (Asociación de Voluntarios Nacionales), la organización de base hindú más radical.

El templo de Chattarpur, en las afueras de Nueva Delhi, quefue inaugurado en 1975, se parece a Disneyworld. El rosa triunfa, al igual que las estatuas de elefantes, cobras saliendo de flores de loto, leonas y monos, aparte de las múltiples deidades. Según Kumar Bhatia, administrador de Chattarpur, lo que impulsa un aumento anual del 15% en el número de creyentes que acude al templo es que en los últimos seis años han aparecido, sólo en la capital india, cinco canales de televisión que emiten las 24 horas del día enseñanzas, principios y moralidad hindú en hindi.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La financiación es privada, pero la gobernante Alianza Nacional (coalición de 22 partidos regionales encabezada por el BJP) es la que da los permisos de emisión. La multitud de esos canales no sólo supone un espaldarazo a la religión, sino también al nacionalismo, al promocionar como idioma nacional el hindi, que sólo se habla en el norte del país. De los siete Estados en que ayer hubo elecciones, los cuatro grandes, Uttar Pradesh, Madhya Pradesh, Rajasthan y Bihar, son los que forman el cinturón hindú-hindi. El 82% de la población india es hindú.

Lo que llevó al BJP a convertirse en un partido nacional fue su campaña para la reconstrucción en la ciudad de Ayodya del templo de Rama, sobre el que supuestamente se levantó en el siglo XVI la mezquita de Babri. La campaña terminó en la mayor violencia comunal desde la partición en India y Pakistán (1947). Hubo unos 25.000 muertos. Vajpayee se declaró "avergonzado" de la matanza de unos 2.000 musulmanes por hordas hindúes en Gujarat en 2002, mientras la policía miraba para otro lado, pero Narendra Modi, miembro de la RSS, permanece como jefe del Gobierno del Estado. "La religión hindú nada tiene que ver con esas matanzas que fueron cometidas por turbas ignorantes", señala el teólogo hindú Ravindra Nagar.

"Asistimos a la progresiva azafranización (el color sagrado para los hindúes es el azafrán) de India. Si el BJP mejorase en estas elecciones, su número de diputados en la Lok Sabha (Cámara baja) avanzaría hacia una reforma constitucional que acabaría con el secularismo de la Carta Magna", señala el director de un diario indio.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_