Problemas de visado impiden a unos 2.500 jóvenes participar en el festival
La directora del Festival Mundial de la Juventud, Inés Giralt, cifró ayer en 2.500 los inscritos en el encuentro que no podrán viajar hasta Barcelona por problemas de visado. La organización sabía el pasado lunes que se habían denegado 1.500 visados, la mayoría procedentes de Sudán, Camerún, Togo, Costa de Marfil, República Dominicana y Colombia, pero ayer calculaba que al final del festival, a esta cifra habrá que sumarle un millar más de peticiones denegadas. El motivo de este alto número de denegaciones hay que buscarlo en el temor de las embajadas de que el viaje a Barcelona sea una excusa para que algunos de estos jóvenes se queden en Europa.
Giralt también comentó que, de momento, en el festival participan jóvenes de 125 países -en un principio estaba previsto que fueran de 156-. "Delegaciones que eran de 200 o 300 personas se han quedado con 30, 20 o 3 participantes", dijo la directora, quien añadió que lo importante es que haya representantes del mayor número de países posible.
En este mismo sentido, las entidades juveniles responsables del festival anunciaron ayer que han iniciado una campaña de recogida de firmas para apoyar un manifiesto de protesta por las restricciones a la hora de conceder visados, sobre todo para los países africanos y latinoamericanos. El documento, que se enviará al futuro presidente de la Comisión Europea, el portugués Xosé Manuel Durao Barroso, critica los impedimentos burocráticos para lograr un visado impuestos por el Tratado de Shengen, del cual España forma parte.
