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Solbes defiende su presupuesto, pese al petróleo

El secretario del Tesoro de Estados Unidos pide a China que se dé prisa en apreciar su moneda

El vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda español, Pedro Solbes, explicó ayer que si bien el precio del petróleo podría rondar una media de 40 dólares por barril en 2005, el Presupuesto General del Estado que ha elaborado para el próximo año se verá muy poco afectado. El proyecto ha sido realizado con una estimación del precio del barril de brent -crudo de referencia para Europa- de 33,7 dólares (el precio del mercado de futuros durante el pasado julio). A 40 dólares, la inflación subirá dos décimas por encima de la previsión y el crecimiento se resentirá cuatro décimas. Por su parte, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, declaró, tras cuatro horas, durante dos días, de conversaciones entre el Grupo de los Siete (EE UU, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) y las autoridades monetarias y económicas chinas, que "China debe moverse más rápidamente" en la apreciación de su moneda (el yuan) a fin de corregir los desequilibrios comerciales y monetarios.

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El vicepresidente Solbes adelantó ayer las líneas de su discurso ante el comité de desarrollo del Fondo Monetario Internacional (FMI), previsto para anoche, en las que defendió su política económica y presupuestaria. Solbes explicó que España tiene tres metas precisas: el aumento de la productividad de su economía, la estabilidad presupuestaria y una mayor transparencia.

Pero reconoció, como ya han hecho el FMI y el Grupo de los Siete (G-7), que el precio del petróleo es uno de los riesgos que se ciernen sobre las perspectivas de crecimiento para el año 2005. España, según las previsiones oficiales, crecerá un 2,8% este año (el FMI vaticina un 2,6%) y un 3% en 2005 (un 2,9%, según la versión del Fondo).

Impacto en la economía

Ya a primeros de septiembre, Solbes informó de que por cada tres dólares de incremento en el precio del barril de petróleo, la economía española vería incrementada su tasa de inflación en una décima, en tanto que ello recortaría su crecimiento en dos décimas. Su peor escenario en aquellos días era el de 40 dólares el barril. Con todo, la reciente subida de los precios hace que aquel peor escenario hoy sea el más probable, e incluso hay voces que temen una evolución peor.

Si se toma la estimación de que el petróleo podría situarse durante 2005 en 40 dólares (seis dólares por encima de lo esperado para realizar las previsiones económicas), ello supondría un efecto del doble de lo previsto en el Presupuesto: la inflación se elevaría del 2% previsto al 2,2% (se prevé que en 2004 termine en el 3%) y el crecimiento se situaría en el 2,6%, en lugar del 3% previsto. Solbes estima, sin embargo, que estos deslizamientos no afectan lo esencial de su proyecto presupuestario.

El tema de la apreciación de la moneda china sigue, junto con Argentina, desatando grandes pasiones en la asamblea anual del FMI, que comenzó oficialmente ayer. La noche del viernes (madrugada, hora peninsular española), el secretario del Tesoro de Estados Unidos explicó: "No estoy satisfecho con el ritmo del progreso", en referencia a la presunta lentitud con la que China se está tomando la apreciación de su moneda, el yuan, que está ligada a la cotización del dólar norteamericano y le sigue como su sombra. Se estima en el G-7 que la moneda china requeriría una apreciación del 20%, un proceso que debería desarrollarse a lo largo de varios meses para evitar fuertes movimientos en los mercados.

John Snow, que ha actuado durante este año como presidente del G-7, informó de que el grupo había mantenido dos reuniones, el jueves y viernes, de dos horas cada una, con las autoridades monetarias y económicas de China. En un comunicado, el secretario del Tesoro apunta con el dedo a los chinos por primera vez. "Un crecimiento sostenido, no inflacionista, en China es importante para mantener el crecimiento global, y un tipo de cambio más flexible orientado según el mercado del yuan es un paso importante para alcanzar ese objetivo. Tengo confianza por algunos de los avances que han tenido lugar. Esta noche he expresado que desearía ver a China actuar más rápidamente". Con los periodistas, Show fue incluso más explícito. "Tiene que ser lo más rápido posible. El ritmo se tiene que acelerar. No estamos satisfechos con el ritmo de los progresos" en la flexibilización del tipo de cambio.

Show, asimismo, admitió que en el G-7 se habían realizado, en el contexto del análisis de la situación económica mundial, críticas al gran déficit fiscal (5% del PIB) norteamericano. "Admitimos que es elevado y hemos adoptado los pasos para recortarlo a menos de la mitad, a una cifra del 2,2% del PIB", señaló.

Mercado hipotecario

Ayer tuvo lugar la apertura oficial de la asamblea del FMI y del Banco Mundial, y el director gerente del Fondo, Rodrigo Rato, redobló la presión sobre China. Al abordar la situación de los mercados emergentes, y los países en vía de desarrollo, Rato señaló que "mientras la demanda interior se ha fortalecido progresivamente en la región, el superávit de la balanza por cuenta corriente y en algunos casos los flujos de capital se mantienen muy altos. Con diferenciales de producción que caen y una flexibilidad limitada de los tipos de cambio, los incrementos resultantes de las reservas complicarán de forma creciente la política monetaria".

Rato, que asumió su actual puesto en junio, explicó que las cifras de la economía mundial en el segundo trimestre "son una indicación temprana de que la esperada aceleración del crecimiento económico tendrá lugar antes de lo anticipado", y advirtió de que "el impacto más significativo de una fuerte subida de tipos de interés sería su efecto sobre los mercados hipotecarios".

"Los elevados precios de la vivienda en algunos países también son motivo de preocupación", añadió el director gerente del Fondo. Asimismo, Rato prevé que "en la zona euro tendrán lugar nuevos aumentos del precio del petróleo; una más lenta creación de empleo, después de una inusual resistencia durante la recesión, y una renovada apreciación del euro" frente a la moneda estadounidense.

Rodrigo Rato (centro) y Gordon Brown (a su izquierda) se preparan para abrir la asamblea en Washington.
Rodrigo Rato (centro) y Gordon Brown (a su izquierda) se preparan para abrir la asamblea en Washington.AP

Brasil intercede por Argentina

Rodrigo Rato logró el viernes pasado el apoyo del G-7 para hacer un fuerte llamamiento a Argentina a fin de que cumpla con sus obligaciones de manera completa y en plazo (tercera revisión del protocolo con el FMI) y encare reformas estructurales de su economía. "Urgimos a las autoridades de Argentina a poner en práctica lo más pronto posible las acciones prioritarias necesarias para completar la tercera revisión mientras cumple sus obligaciones en curso completa y puntualmente", decía el comunicado.

Ayer, ante el principal organismo de gobierno del Fondo, el Comité Monetario y Financiero Internacional, que preside el ministro británico del Tesoro, Gordon Brown, volvió Rato sobre el tema, aunque en términos menos duros. "En Argentina será crítico seguir presionando con las reformas estructurales para sostener la recuperación, incluyendo la renegociación de las concesiones de servicios energéticos y el acuerdo con los acreedores sobre la reestructuración de la deuda pública". Es evidente, pues, que Argentina está sufriendo una fuerte presión, un endurecimiento de la línea seguida por el Fondo en los últimos tiempos.

En la reunión, el ministro de Hacienda brasileño, Antonio Palocci, intercedió por Argentina y pidió hacer menos duras las referencias al país en el comunicado final del comité.

Ayer, en la rueda de prensa posterior de Brown y Rato este periódico preguntó:

-Señor Rato, dijo el pasado jueves que se necesita un FMI que pueda decir no a las ayudas financieras que piden ciertos países. El G-7 parece haber mostrado su artillería, urgiendo a Argentina a cumpla con sus compromisos en su totalidad y en plazo, ¿qué está pasando?

-Lo que he dicho esta mañana es expresivo. El Gobierno argentino ha hecho en los últimos dos años una buena política macroeconómica. Es muy importante. En el corto plazo debe cumplir sus obligaciones, expuestas en su carta de intención. Tiene que haber una reestructuración coherente y sostenida de la deuda para que Argentina pueda volver con normalidad a los mercados financieros...

Antes de pasar a otra pregunta, Brown, hizo uso de la palabra:

-Quiero decir que este comité apoya totalmente la posición del director gerente en relación a Argentina.

El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, no hizo declaraciones tras el comunicado del G-7 y las palabras de Rato. Fuentes próximas al ministro dijeron que éste regresará hoy a Buenos Aires. Al parecer sólo después de una reunión entre Lavagna y el presidente argentino, Néstor Kirchner, en las próximas horas, habrá alguna reacción de las autoridades de ese país.

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