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Rajoy acude a entrevistarse con Fraga tras el anuncio de dimisión de dos consejeros

El líder del PP nacional exige la continuidad de Xesús Palmou como secretario general gallego

Xosé Hermida

Con el Gobierno gallego a punto de resquebrajarse, el líder del PP, Mariano Rajoy, llegó anoche por sorpresa a Santiago de Compostela para entrevistarse con Manuel Fraga. Ambos conversaron media hora en la residencia del presidente gallego. Después, Rajoy sólo dijo: "La reunión ha salido bien para el PP", y anunció que hoy Fraga informará del contenido de la entrevista. Rajoy exige la continuidad del secretario general del PP gallego, Xesús Palmou, hombre de confianza de la dirección nacional. Horas antes, dos consejeros de la Xunta, uno de ellos Palmou, habían presentado a Fraga su dimisión.

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Rajoy abandonó la residencia del presidente fundador del PP a las nueve de la noche, media hora después de su llegada, sin hacer ninguna declaración. Después fue al Hostal de los Reyes Católicos a cenar antes de coger el avión de vuelta a Madrid. En el hostal también estaba Alberto Núñez Feijoo, vicepresidente primero de la Xunta. Al salir, a Rajoy se le preguntó por su reunión con Fraga. "Ha salido bien para el PP", dijo, y añadió que hoy Fraga dará más detalles.

Al mediodía, Fraga les había dicho a sus colaboradores: "Mi posición es inamovible". El presidente de la Xunta seguía empeñado en forzar el relevo de Xesús Palmou en la secretaría general del PP gallego, sólo 10 días después de que éste fuese refrendado por el congreso regional del partido.

La sustitución de Palmou, también consejero de Justicia del Gobierno autónomo, era parte del acuerdo alcanzado por Fraga con el sector crítico que comandan su antiguo delfín, Xosé Cuiña, y el presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar, quien hace mes y medio amenazó con abandonar el partido por sus diferencias con Rajoy. En contra de la versión de la dirección nacional, Fraga sostenía, al menos hasta antes de su entrevista con Rajoy, que el relevo de Palmou, que se sustanciaría antes de fin de año, estaba pactado con los presidentes del PP en las cuatro provincias gallegas y comunicado a Rajoy. Éste lo ha negado tajantemente.

El líder nacional del PP llegó a Santiago anoche después de que fracasasen todos los intentos de doblegar la voluntad de Fraga. A primera hora, el presidente de la Xunta había recibido en su despacho a Palmou, y le confirmó su intención de relevarle de su cargo en el partido. Según distintas fuentes de la Xunta y del PP gallego, Palmou le anunció que, entonces, contase también con su dimisión como consejero de Justicia, lo que abriría otra crisis en el Gobierno de Fraga sólo dos meses después de su última remodelación. Palmou no confirmó lo tratado en la entrevista, pero anunció que posteriormente haría pública una decisión "para preservar la dignidad".

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Poco más tarde, Fraga recibió al consejero de Pesca, Enrique López Veiga, quien ya había anticipado que también dimitiría si el presidente aceptaba las exigencias de los críticos. López Veiga salió del despacho de Fraga con el rostro desencajado y declaró: "El presidente me pidió que yo reconsiderara mi decisión y yo le pedí que él reconsiderase la suya. Soy una persona coherente y no puedo volverme atrás". Minutos después, los informadores abordaron a Fraga para preguntarle si estaba dispuesto a afrontar una remodelación de su Gobierno. "Estoy dispuesto a afrontar todo lo que haga falta al servicio de Galicia", dijo.

Las presiones de los consejeros próximos a Rajoy continuaron, con resultados infructuosos, durante toda la tarde, cuando el presidente nacional del PP ya estaba camino de Galicia. El vicepresidente primero de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, alineado con la dirección nacional, confesó tras entrevistarse con Fraga: "Hay un problema y no estamos acertando en la solución". El intento final corrió a cargo de Rajoy, quien mantuvo media hora de reunión con Fraga en su residencia de Monte Pío.

Las relaciones entre la dirección nacional del PP y su presidente fundador se han deteriorado en los últimos 10 días. Según fuentes de la Xunta, a Fraga le desagradó que Rajoy dedicase su intervención en la clausura del congreso del PP gallego, el 23 de octubre, a amonestar al sector crítico, con el que el presidente de la Xunta acababa de sellar un acuerdo. El enfado de Fraga fue en aumento la pasada semana, al sentirse desplazado por la dirección de su partido durante la Conferencia de Presidentes, una iniciativa menospreciada por Rajoy pero que el fundador del PP venía defendiendo desde hace una década. Al día siguiente, Fraga confirmó su intención de prescindir de Palmou.

Mariano Rajoy, a su llegada a la residencia de Fraga.
Mariano Rajoy, a su llegada a la residencia de Fraga.EFE

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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