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CUMBRE DE LA UE | Las reacciones

La oposición alemana culpa a la excesiva ampliación

La excesiva ampliación europea, en particular el ingreso de Turquía, fue para la oposición alemana el motivo del fracaso de la cumbre de Bruselas. Las intenciones de ampliación no son "ni homogéneas ni comprensibles" y "exigen demasiado a los ciudadanos", declaró ayer Roland Koch, primer ministro del Estado de Hesse y uno de los barones de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

También aludió a Turquía el presidente de la Unión Social Cristiana (CSU), Edmund Stoiber, al pedir una nueva orientación en la política europea que termine con la "precipitada política de ampliación y la burocracia desbordante".

La actuación en la cumbre del canciller alemán, Gerhard Schröder, recibió duras críticas de los partidos de la oposición. "Alemania y Francia se aferraron a una estructura de gasto del presupuesto completamente obsoleta", dijo ayer Wolfgang Gerhardt, jefe del grupo parlamentario del partido liberal FDP y posible próximo ministro de Exteriores si la CDU ganara las elecciones el 18 de septiembre.

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En una rueda de prensa al finalizar la cumbre, Schröder fue muy tajante en su interpretación: "Al final ha fracasado por la postura totalmente imprudente del Reino Unido y Holanda", dijo sin mencionar la posición francesa.

Schröder, que se declaró "triste" por el fracaso de la cumbre, había aceptado la propuesta del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, "que hubiese superado claramente lo que nos habíamos propuesto".

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Imagen de europeísta

El canciller alemán había querido dejar en esta cumbre una imagen de europeísta convencido y de mediador entre las partes enfrentadas. Schröder sabe que no le quedan muchas cumbres. Sabe limitadas sus posibilidades de ganar en casa las elecciones, que él mismo ha querido adelantar a este año. Su contrincante, la presidenta de la CDU, Angela Merkel, podría lograr la mayoría absoluta, según las últimas encuestas.

La prensa alemana se sorprendía ayer del tardío europeísmo de Schröder y recordaba los tiempos en que, al comienzo de su mandato, aseguraba que iba a acabar con la dilapidación de dinero alemán en Bruselas.

El cambio en el Gobierno alemán podría alterar el equilibrio de pesos políticos en Europa. Según apuntaba ayer el Frankfurter Allgemeine Zeitung, los eurodiputados democristianos alemanes ya auguran un nuevo dream team impulsor de Europa formado por Angela Merkel y el primer ministro británico, Tony Blair, que releve al actual eje franco-alemán.

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