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Reportaje:MÚSICA

Música para Bangladesh

A principios de 1971, la situación política entre las dos mitades de Pakistán no estaba nada clara. La chispa estalló tras las elecciones ganadas por la Liga Awami en marzo de ese año. El enfrentamiento dejó en la zona este de Pakistán, la actual Bangladesh, una cifra indeterminada de cadáveres (entre varias centenas de mil y tres millones) y una cifra aún mayor de refugiados, en su mayoría niños, perseguidos por las plagas y la desnutrición. El acontecimiento conmovió Occidente. Ravi Shankar, el mago indio del sitar, habló del tema por teléfono con su amigo George Harrison. El resultado fue el primer concierto multitudinario destinado a recaudar fondos para los niños de Bangladesh. El lugar elegido fue el Madison Square Garden neoyorquino y a los dos impulsores se agregaron algunos buenos amigos dispuestos a clamar por las injusticias que asolaban aquella parte del subcontinente indio.

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El concierto se realizó el 1 de agosto de ese año y recaudó más de 250.000 dólares de la época que inmediatamente se convirtieron, gracias a Unicef, en medicamentos, comida y, sobre todo, agua no contaminada para Bangladesh. Meses después aparecería un triple LP contenido y en enero del año siguiente se estrenaría la película del concierto. Los royalties de ambos pasarían a engrosar las cuentas de Unicef para Bangladesh.

Independientemente de su valor humanitario, el concierto para Bangladesh tuvo también su importancia musical. En la primera parte, Ravi Shankar, acompañado por otros dos maestros (el intérprete de sarod Ali Akbar Khan y el genial percusionista Alla Rakha), interpretaron música clásica india. No fue la primera vez que la música india pisaba un escenario rockero pero la difusión del evento convirtió este concierto en una magnífica carta de presentación de una de las músicas más antiguas, complejas y bellas del mundo.

En la segunda parte, Harrison reunió a un grupo de amigos de tanta enjundia como Bob Dylan, Eric Clapton, Leon Russell, Billy Preston y Ringo Starr sobre una banda de acompañamiento sólida como pocas. Auténticos himnos generacionales, como Blowin' in the wind o My Sweet Lord y temas de una belleza imperecedera (la versión de While my guitar gently weeps, por ejemplo) quedaron grabados para la historia.

Ahora, el mítico concierto se acaba de reeditar en un doble DVD (Warner) que contiene la totalidad de la película de 1971 más un amplio documental y varios inéditos de los ensayos o del mismo concierto (un Love Minus Zero/No Limit de Dylan, impagable). Parte de los beneficios de las nuevas ventas (tanto del DVD como del doble CD de Sony-BMG que también se ha publicado) seguirán destinados a los niños de Bangladesh, un país de 138 millones a habitantes de los que más de 70 millones viven en extrema pobreza.

George Harrison (izquierda), Bob Dylan (centro) y Leon Russel, en el concierto por Bangladesh de 1971.
George Harrison (izquierda), Bob Dylan (centro) y Leon Russel, en el concierto por Bangladesh de 1971.

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