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El Parlamento pide por unanimidad la cesión temporal del 'Guernica' al Guggenheim

El PSE accede al supeditarse el traslado al informe de expertos de tres museos y la Academia

El Parlamento instó ayer por unanimidad al Gobierno central a que impulse en el Patronato del Museo Reina Sofia las medidas necesarias para garantizar "la conservación y traslado del Guernica de Picasso", de forma que pueda exponerse el año próximo en el Guggenheim. El PSE se sumó al acuerdo del resto de los grupos porque la redacción final del texto suscrito por el tripartito y el PP supedita la cesión a un informe favorable de una comisión de técnicos designados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Reina Sofía, el Museo del Prado y el propio Guggenheim.

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Una solicitud rechazada siempre por razones técnicas

Los socialistas se vieron ayer impelidos a apoyar con su voto un acuerdo que suscribían el resto de los grupos, cerrado sin consulta previa al PSE, y que pide el préstamo del Guernica al museo bilbaíno siempre que cuente con el visto bueno de los técnicos.

El PP había alcanzado un pacto con el tripartito, proponente de la iniciativa, a la que EHAK anunció también su voto favorable. La situación dejaba a los socialistas solos y frente a una difícil papeleta, ante la falta de argumentos políticos en el texto y la supeditación del traslado de la obra de Picasso a ese informe favorable de los técnicos.

La papeleta es ahora para la ministra de Cultura, Carmen Calvo, quien se pronunció por última vez sobre la cuestión en julio pasado para afirmar que el cuadro no se moverá de su actual emplazamiento en el Reina Sofía de Madrid.

La portavoz del PSE en el debate, Isabel Celaá, interpretó que su grupo podía dar "un voto de confianza" a lo que entendió como una petición de actualización del estudio técnico de diagnóstico, contrario al traslado, realizado en 1997. En todo caso será el Gobierno central quien decida si atiende la petición de la Cámara autónoma e impulsa la formación de la comisión de técnicos que demanda para realizar esa "actualización". El Parlamento quiere que en ella se integren especialistas designados por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Reina Sofía, el Prado y el propio Guggenheim.

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Hasta ahora los informes técnicos han sido desfavorables y todas las peticiones en las que solicitaba el traslado del cuadro han ido siendo rechazadas. Así ocurrió con la petición de Barcelona con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, con la de Japón para el 50º aniversario de Hiroshima, y la de París, en la que intervino incluso el entonces presidente francés, François Mitterrand. La razón fue siempre la misma: el delicado estado del lienzo y los riesgos que un traslado suponen para su integridad. Idéntica negativa obtuvo el Guggenheim, que intentó poder exhibirlo en su inauguración en 1997 y lo pide otra vez para su décimo aniversario, el año próximo, coincidente con los 70 años del bombardeo.

Con un Ejecutivo del PP

En el debate no faltaron alusiones socialistas al hecho de que en 1997 fue un Gobierno del PP, con Esperanza Aguirre como ministra de Educación y Cultura, el que denegó un traslado a Bilbao que los populares apoyaron ayer con los nacionalistas. El PP ya había mantenido esa misma posición en las discusiones precedentes en el Congreso, el Senado y las Juntas Generales de Vizcaya, y así lo destacó su parlamentario Fernando Maura al defender su voto afirmativo por "coherencia" con esas otras actuaciones.

La iniciativa original del tripartito no mencionaba para nada la supeditación del traslado al diagnóstico de los expertos y fue el PP el que logró acordar con los grupos del Gobierno ese extremo, pese a que algunos de sus representantes, como Oskar Matute, de EB, siguieron insistiendo en la existencia de razones políticas para la negativa al préstamo.

Celaá, quien se vio emplazada de forma muy directa tanto por el PNV como por el PP para que se sumase al acuerdo, terminó por anunciar el voto afirmativo de su grupo, que inicialmente se inclinaba por la abstención. Lo hizo tras felicitarse de "la evolución razonable" de los argumentos esgrimidos por los nacionalistas, que, a su juicio, han introducido por fin "elementos racionales" en su discurso al respecto.

La portavoz del PNV en el debate, Leire Corrales, había puesto el énfasis en que ni su grupo ni el Gobierno quieren poner en peligro el cuadro y en el hecho de que acatarán el dictamen de los técnicos. Corrales entendía que la última respuesta dada por el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Senado al representante del PNV, Joseba Zubia, negando la existencia de razones políticas para rechazar el traslado, dejaba abierta la puerta a una actualización de los informes existentes.

"Nos apuntamos a sacar del contexto político la discusión", destacó Celaá. La parlamentaria indicó que no existió ninguna guerra de España contra Euskadi que justifique un mayor derecho al cuadro y que lo que sí constituiría una decisión política sería permitir su viaje por encima de los consejos técnicos.

La socialista Isabel Celaá habla en un momento del pleno con el portavoz de su grupo, José Antonio Pastor.
La socialista Isabel Celaá habla en un momento del pleno con el portavoz de su grupo, José Antonio Pastor.P. J. P.

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