Barroso pide a la ONU una moratoria sobre la pena capital
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, manifestó ayer su apoyo al jefe del Gobierno italiano, Romano Prodi, por su propuesta a favor de una moratoria a la pena de muerte en las Naciones Unidas, tras un encuentro en Roma con el líder italiano. El jefe del Ejecutivo comunitario afirmó que "ningún hombre tiene derecho a quitar la vida de otro hombre". Barroso reiteró sus críticas a la pena de muerte con motivo de las ejecuciones de dos antiguos dirigentes del régimen de Sadam Husein, que también fue ajusticiado en la horca el 30 de diciembre.
El presidente de la Comisión felicitó a los políticos italianos por las iniciativas específicas que han propuesto en distintos ámbitos de las instituciones de la Unión Europea "para poner fin a la pena de muerte". Prodi reiteró la posición de su país "en contra de la pena de muerte".
La comisaria de Relaciones Exteriores de la Comisión Europea, Benita Ferrero-Waldner, manifestó también su condena a la muerte tras las últimas ejecuciones. La comisaria insistió en que la UE se opone a la pena de muerte y a la forma en que se ha llevado a cabo en Irak. Ferrero-Waldner se refirió a las mofas y agresiones que se registraron durante las últimas ejecuciones.
Condena internacional
Las críticas a la pena de muerte se sucedieron en todo el mundo tras las ejecuciones, informa Efe. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lamentó el doble ahorcamiento pese a los llamamientos internacionales en contra de la pena capital.
Dentro de su gira por varios países de Oriente Próximo, la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, dijo en Luxor (Egipto) que la ejecución de Sadam Husein y dos de sus colaboradores "pudo haberse hecho mejor, con más dignidad".
Para Rusia, las ejecuciones de ayer no ayudarán a estabilizar la situación en Irak. Francia reafirmó una vez más su oposición a la condena a muerte, aunque consideró que los responsables de crímenes cometidos en Irak deben "responder por sus actos y ser llevados ante la justicia".
El Gobierno español lamentó las ejecuciones, en coherencia con la posición de la UE contraria a la condena a muerte. El Vaticano subrayó también su oposición a la pena capital, al considerar que no es la solución a los problemas en Irak.
Entre las organizaciones de defensa de los derechos humanos, Amnistía Internacional calificó de "brutal violación del derecho a la vida" el ahorcamiento de los dos colaboradores de Sadam.
