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Rusia advierte que dar la independencia a Kosovo es "abrir la caja de Pandora"

El ministro Alonso cree "carente de sentido" comparar el País Vasco con la provincia serbia

"La independencia de Kosovo podría generar una reacción en cadena. ¡Tengan cuidado en no abrir la caja de Pandora! Los pueblos de otros territorios no reconocidos internacionalmente podrían preguntarnos: '¿Por qué nosotros no?'. Y desgraciadamente hay muchos". El ministro ruso de Defensa, Serguéi Ivanov, hurgó ayer en las tensiones territoriales de algunos países aliados, como España, para rechazar el estatuto de la provincia serbia. Su homólogo español, José Antonio Alonso, respondió que la asimilación de Kosovo al País Vasco es "completamente carente de sentido".

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Ivanov aprovechó su asistencia a la reunión del Consejo OTAN-Rusia, celebrada en Sevilla, para expresar su rotunda oposición al estatuto propuesto por el emisario de la ONU, el finlandés Martti Athisaari, que propone para Kosovo una independencia de hecho.

El ministro ruso calificó de "inamovible" el principio de la integridad territorial y subrayó que romperlo podría "encender una serie de conflictos separatistas de consecuencias imprevisibles. Esto es cierto en la antigua Unión Soviética, pero también en varios lugares en Europa". Ivanov sólo aludió expresamente a Osetia del Sur y Abjazia, territorios rusófonos en Georgia, y a la región de Transdniéster, en Rumania.

Como alternativa, el ministro ruso propuso una negociación entre las partes "sin límites temporales", lo que en la práctica supone congelar la situación actual, con más de 15.000 soldados de la OTAN sobre el terreno para velar por el orden.

Por su parte, Athisaari ha reconocido, en declaraciones a Le Monde, que es "muy difícil imaginar" una solución negociada entre serbios y albano-kosovares, dado su radical desacuerdo, y se propone presentar su plan al Consejo de Seguridad de la ONU a finales de marzo. Sólo ha accedido a demorar ocho días, hasta el 21 de febrero, el inicio de las negociaciones en Viena, para dar tiempo a elegir a los representantes de Serbia.

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El presidente eslovaco, Ivan Gaspanovic, fue ayer, en declaraciones a una televisión de su país, el primer dirigente de la OTAN que se mostró crítico con el plan de Athisaari, por considerarlo "perjudicial" para los serbios. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, aseguró que ningún aliado le ha trasladado críticas al estatuto para Kosovo, aunque se sabe que algunos tienen prisa en aplicarlo.

Entre los menos entusiastas está el ministro de Defensa español, José Antonio Alonso, quien dijo ayer que España aboga por una "solución negociada", y agregó que "da tranquilidad" el hecho de que la decisión definitiva deba ser refrendada por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que brinda a Rusia derecho de veto.

El antecesor de Alonso, José Bono, era partidario de retirar las tropas españolas de Kosovo si se reconocía su independencia, por considerar que el Ejército español no podía defender la consagración de una nueva frontera en Europa. Alonso ha garantizado que los 650 soldados españoles seguirán allí durante el periodo de transición, y sólo cuando sea fijado el estatuto definitivo se abordará una significativa reducción.

El recelo ruso ante Kosovo se transformó en comprensión con la OTAN al abordar la situación en Afganistán. Ivanov prometió el pleno apoyo de Moscú -"todo, excepto enviar tropas", dijo- a los planes de la comunidad internacional para estabilizar el país asiático, que "representa una narcoamenaza para todo el mundo".

La antigua Unión Soviética llegó a tener 100.000 soldados de élite en Afganistán y salió derrotada, por lo que se le preguntó si estaba en situación de ofrecer algún consejo a los aliados. Ironizó sobre cómo sóviet significa "consejo", antes de proseguir: "Con métodos militares sólo no se puede controlar la situación".

"Lo más complicado"

El ministro ruso recordó cómo la URSS también ofreció a Afganistán desarrollo económico y político, al igual que hoy se plantea la comunidad internacional, y dio la clave: "Lo más complicado es la frontera con Pakistán".

Desde Pakistán y con apoyo de Islamabad armó Washington a los resistentes contra la ocupación afgana por las tropas soviéticas; y hoy Washington se lamenta, todavía en voz baja, del refugio y vivero en que Pakistán se ha convertido para los talibanes.

La reunión de Sevilla concluyó con el almuerzo ofrecido por la OTAN a los ministros, o sus representantes, de los siete países del Diálogo Mediterráneo, con los que la Alianza mantiene contactos regulares: Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Israel y Jordania. Los occidentales valoraron que Israel ya tenga un plan individual de colaboración e invitaron a los otros seis a hacer lo propio. Se habló de la creación de una Escuela de Estudios Mediterráneos en el Colegio de Defensa que la OTAN tiene en Roma para formar a militares del Diálogo Mediterráneo, y se invitó a los aliados a abrir sus escuelas nacionales a oficiales de esos países.

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer (centro), charla con el responsable de Defensa de Rusia, Serguéi Ivanov (izquierda), y el de Estados Unidos, Robert Gates (derecha), ayer en Sevilla.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer (centro), charla con el responsable de Defensa de Rusia, Serguéi Ivanov (izquierda), y el de Estados Unidos, Robert Gates (derecha), ayer en Sevilla.REUTERS

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