El BBVA vaticina que el Euríbor se situará por debajo del 4% a finales de 2008
El banco prevé que el PIB crezca un 2,8% y el recorte de 80.000 empleos en la construcción
El Euríbor, el tipo de interés que sirve de referencia a la mayor parte de hipotecas, subió en septiembre al 4,725%, el nivel más alto desde diciembre de 2000. Pero también, según los analistas del BBVA, alcanzó la cima de una escalada que ha mantenido, sin desfallecer, en los últimos 24 meses. El servicio de estudios de la entidad cree que el Banco Central Europeo bajará los tipos de interés en la zona euro y que las tensiones de liquidez ocasionadas por la crisis financiera desaparecerán pronto. En suma, que el Euríbor toma desde ahora una cuesta abajo que le llevaría al 3,9% a finales de 2008.
El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, ha insistido en las últimas semanas en que la subida de tipos de interés ha "tocado techo". Pero ningún analista había respaldado esa tesis con tanta contundencia como hizo ayer el economista jefe del BBVA, José Luis Escrivá, en la presentación del último informe del servicio de estudios de la entidad. "Respecto a nuestras últimas estimaciones de julio, reflejamos ahora un cambio muy notable en la evolución de los tipos de interés, que llevará al Euríbor a caer por debajo del 4% en 2008", afirmó.
Si se cumplen las estimaciones del BBVA el cambio será, efectivamente, muy notable: desde finales de 2005, el Banco Central Europeo ha elevado los tipos de interés del 2% al 4% que alcanzó en junio pasado. A esto se han añadido en los últimos meses los recelos de los bancos a prestarse dinero entre sí tras la crisis financiera originada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses. Una falta de liquidez cuyo mejor reflejo es el Euríbor (el tipo de interés al que los bancos se ofrecen euros entre sí), que se ha situado mucho más por encima del tipo de interés del BCE de lo que es habitual.
"Es algo atrevido decir ahora que el Banco Central Europeo va a bajar los tipos, pero estoy convencido de que acertamos", indicó Escrivá. Los analistas del banco creen que el "proceso de distensión de los tipos oficiales" puede empezar tan pronto como en "la reunión de enero". Y el economista jefe del BBVA confía en que "el funcionamiento inhabitual de los mercados monetarios por la crisis, que aún persiste, se diluyan con el tiempo".
Si ambos factores confluyen como espera el BBVA, el Euríbor, que ayer rondaba el 4,62%, podría caer hasta el 3,9% en la segunda mitad de 2008. Un recorte de una proporción similar a la subida del último año, que ha incrementado la cuota mensual de la hipoteca media en 85 euros.
Estas previsiones se basan en la creencia de que el BCE tomará nota de la desaceleración del crecimiento económico en la zona euro, que el BBVA limita a un exiguo 2% en 2008.
Escrivá explicó que esa debilidad del crecimiento europeo es una de las principales razones que llevan al servicio de estudios a revisar sus previsiones sobre el crecimiento de la economía española en 2008. Y aquí no hay coincidencia con las tesis del Gobierno. Como ya habían adelantado, los analistas del BBVA recortan en tres décimas su previsión anterior, hecha antes del verano, y vaticinan que el PIB español crecerá sólo un 2,8% el próximo año, frente a lo que sostiene el Ministerio de Economía (3,3%).
El deterioro de los principales mercados exteriores de la economía española se reflejará sobre todo en una menor aportación de las exportaciones y en un frenazo a la inversión en bienes de equipo, "muy vinculada a la confianza en las ventas al exterior".
La desaceleración "más acentuada" en construcción es el otro factor que lleva al servicio de estudios a rebajar sus previsiones, aunque Escrivá descartó una caída brusca en los precios, como vaticinó el FMI el pasado jueves.
El estancamiento de la inversión en vivienda tendrá su reflejo en el mercado laboral: por primera vez en la década, se perderán empleos en la construcción. El BBVA estima que habrá unos 80.000 puestos de trabajo menos en el sector, aunque Escrivá matizó que la mayor disposición a cambiar de oficio mitigará el golpe: el mercado laboral ganaría aún en 2008 más de 400.000 empleos, unos 250.000 menos de los que se generarán este año.
