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Cumbre Iberoamericana en Chile

El diálogo con las FARC retrasa a Chávez

El presidente venezolano no asiste a la inauguración de la Cumbre en Santiago

Jorge Marirrodriga

La ausencia de última hora en la inauguración de la XVII Cumbre Iberoamericana de Hugo Chávez volvió a convertir al mandatario venezolano en el protagonista de un encuentro regional al máximo nivel. Chávez debía haber arribado a la capital chilena a las cuatro de la madrugada de ayer, pero a medida que pasaban las horas y el avión procedente de Caracas no llegaba comenzaron a circular los rumores sobre una posible ausencia en la inauguración causada por los importantes disturbios registrados en las calles de Caracas. Pero lo que hizo el presidente venezolano antes de subir al avión fue reunirse con un representante de las FARC, la principal guerrilla colombiana, y fotografiarse con él. La escena levantó chispas en Bogotá.

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Horas más tarde, el presidente venezolano anunciaba su llegada a Santiago para hoy. La presencia de Hugo Chávez en Chile tiene prevista como punto culminante un acto que está fuera de la Cumbre Iberoamericana, como es el mitin previsto para mañana en el velódromo junto al Estadio Nacional de Santiago en cuyo escenario se espera al presidente boliviano, Evo Morales; al nicaragüense Daniel Ortega y al vicepresidente cubano Carlos Lage.

Pero el baño de masas organizado en la llamada Cumbre de los Pueblos apenas podrá disimular el progresivo aislamiento del venezolano que ha sido cuidadosamente evitado en las agendas bilaterales tanto de la anfitriona, Michelle Bachelet, como del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

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Con esta situación el Gobierno venezolano anunció en la madrugada de ayer que Chávez se encontraba en Caracas negociando con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un hecho del que el Gobierno colombiano destacó en un tajante comunicado que no había sido informado previamente.

El presidente venezolano actúa de mediador a petición de Colombia pero en Bogotá ha cundido el malestar ante el modo en que el venezolano está tomando la iniciativa. De hecho el Gobierno colombiano no fue informado del nombre del guerrillero interlocutor de Chávez y únicamente supo, al mismo tiempo que los medios de comunicación, que se trata de un enviado del líder guerrillero Manuel Marulanda Tirofijo.

Chávez redobló la apuesta y añadió que en breve habrá una segunda sesión del encuentro. Estas conversaciones tienen teóricamente el objetivo de servir a la liberación de unas 45 personas secuestradas por la guerrilla colombiana entre las que se encuentra la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

Los contactos con la guerrilla colombiana sirvieron para justificar el retraso en las primeras horas. El malestar del Gobierno colombiano fue en aumento cuando se filtró la noticia de que el portavoz de las FARC, Raúl Reyes, se encontraba en Chile para participar en la Cumbre de los Pueblos. El presidente Álvaro Uribe, mientras abordaba ayer su avión en Bogotá camino de Santiago, exigió la detención del guerrillero en el caso de que se encontrara en territorio chileno. La noticia fue desmentida poco después por el ministro chileno de Exteriores, Alejandro Foxley, y por una universidad privada, que forma parte de la organización de la Cumbre de los Pueblos y tiene previsto entregar un doctorado honoris causa al mandatario venezolano. Los responsables de la cumbre alternativa aclararon que el guerrillero no estaba en Chile y que su participación se limitaba a aparecer en un vídeo.

Uribe es uno de los protagonistas involuntarios de la cumbre. Hoy está prevista en Santiago una manifestación contra el presidente colombiano convocada por el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, una convocatoria que ha creado incomodidad no sólo entre la delegación colombiana, sino en otros participantes de la Cumbre de los Pueblos, a la que pertenece el Movimiento.

El hecho de que la suspensión del viaje fuera anunciada desde Bogotá, primero por el propio presidente Uribe y luego ampliando detalles y haciendo mención a las dificultades internas de Chávez por parte del Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, ha sido interpretado en la cumbre como una manifestación de incomodidad por la manera en que el venezolano se está manejando en sus contactos con las FARC.

Presente o no, el mandatario volvió a acaparar la atención del encuentro. Mientras en las calles de Santiago, frente a la Embajada venezolana, se registraban algunas escaramuzas entre simpatizantes y detractores del presidente venezolano.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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