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El deterioro económico

Citigroup sufre las mayores pérdidas de su historia por la crisis hipotecaria

Fondos soberanos asiáticos inyectan 12.900 millones en el banco y en Merrill

Wall Street sigue sacando polvo bajo las alfombras. Citigroup, el mayor grupo bancario de EE UU, anunció ayer pérdidas trimestrales de 9.830 millones de dólares (6.620 millones de euros), las mayores en sus casi dos siglos de historia. Además, tuvo que aprovisionar 18.100 millones de dólares por el impacto de la crisis hipotecaria y anunció 4.200 nuevos despidos.

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La última vez que Citigroup registró pérdidas trimestrales fue en 1998. Además, sus ingresos en el último cuarto de 2007 cayeron un 70%. La caída del beneficio neto en el conjunto del ejercicio es del 83%, hasta los 3.620 millones. Según Vikrim Pandit, el nuevo consejero delegado, estos resultados son "claramente inaceptables".

Citigroup ya anunció una pérdida del valor de su cartera de 2.200 millones en el tercer trimestre, como consecuencia de su exposición al riesgo vinculado a las hipotecas basura. Semanas atrás alertó de que el impacto de la crisis podría elevarse hasta los 11.000 millones. Pero a pesar de que la cifra anunciada fue inferior a los 20.000 millones que esperaba Wall Street, al parqué le costó digerir el colosal anuncio y el Dow Jones cayó en picado.

Y es que, por si no fuera suficiente con la cuantiosa provisión anunciada ayer, en los resultados del cuarto trimestre aparece un incremento de 4.100 millones en los costes vinculados a la cartera de créditos al consumo. La presión de los inversores para que los bancos aclaren el estado de sus cuentas es grande, sobre todo si pretenden recibir ayuda financiera externa. Y en el parqué se cree que desde Citi siguen dosificando la información, porque Pandit necesita más tiempo para culminar la reordenación.

Pandit, antiguo ejecutivo de Morgan Stanley, tomó las riendas del banco hace un mes, tras la salida forzada de Charles Prince, obligado a dimitir por los efectos de la crisis de las hipotecas basura.

Después de asegurar hace tan sólo dos meses que no pensaba rebajar la retribución a sus accionistas, Citigroup anunció ayer una reducción del dividendo del 41%. Además, se plantea sumar 4.200 trabajadores al ajuste de plantilla anunciado en primavera, lo que elevaría el total hasta 21.200 despidos de los 327.000 trabajadores que tiene en el mundo.

Citigroup cayó en Bolsa un 7,30%. La presión en el sector financiero es alta y Wall Street dirige ahora la mirada hacia el resto de grupos que deben presentar resultados esta semana.

Al mismo tiempo, Citi anunciaba una inyección de capital de 12.500 millones financiada, entre otros, por el fondo soberano de Singapur y por el príncipe saudí Alwaleed bin Talal, que, con un 4%, posee la mayor participación individual que nadie ha tenido en el banco desde principios de los noventa. Es la segunda vez en dos meses que Citigroup recurre a inversores extranjeros, ya que en noviembre recibió 7.500 millones del fondo soberano de Abu Dhabi.

Otra entidad que ayer captó dinero extranjero fue Merrill Lynch, que anunció la emisión de 6.600 millones de dólares en acciones preferentes, que serán suscritas principalmente por los fondos soberanos de Kuwait y Corea del Sur y el grupo financiero japonés Mizuho. Las inyecciones que ayer recibieron los dos gigantes financieros suman 12.860 millones de euros.

En total, los bancos occidentales han captado 59.000 millones, principalmente de inversores de Oriente Medio y otros países asiáticos, "los únicos que ahora tienen exceso de dinero para prestar", según un analista.

Como en inyecciones anteriores, estos inversores que acuden en ayuda de Citigroup y de Merrill Lynch no podrán interferir en sus decisiones.

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