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El agua en Marte fue demasiado salada para albergar vida

La 'Phoenix' despliega su brazo robótico para excavar en el ártico marciano

Muchos científicos piensan que pudo -o incluso puede- haber vida en Marte, y se esfuerzan por averiguar si alguna vez se dieron las condiciones de habitabilidad, basándose sobre todo en las características de la vida terrestre, que es la única conocida. Pero sus hipótesis, las más optimistas, reciben hoy un jarro de agua bastante fría. Científicos estadounidenses sostienen -en un estudio publicado por Science- que el entorno marciano debió ser mucho más salado de lo que soportaría cualquier organismo vivo, al menos en la Tierra.

"Esto no descarta formas de vida de algún tipo desconocido"
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Ellos han analizado las pruebas halladas por el robot todoterreno Opportunity que muestran que en el pasado, hace miles de millones de años, el agua fue abundante en Marte. Nicholas Tosca, de la Universidad de Harvard, y sus colegas reconocen como "incuestionable" el hecho de que hubo agua en la superficie del planeta rojo en el pasado. Pero su estudio de las rocas de hace 4.000 millones de años que escudriñó el robot, les lleva a la conclusión de que el nivel de salinidad excedería los niveles máximos para la creación o desarrollo de vida. Y es sabido desde hace cientos de años, añaden, que la sal evita el crecimiento microbiano (por eso se salaban los alimentos antes de tener refrigeradores).

"El agua líquida es un requisito para todas las especies en la Tierra y asumimos que es la condición mínima necesaria para la vida en Marte", comenta Tosca en Science. "Sin embargo, para evaluar realmente su habitabilidad necesitamos tener en cuenta las propiedades de ese agua. No todas las aguas en la Tierra son aptas para la vida y los límites están claramente definidos por la temperatura, la acidez y la salinidad".

Aunque el medio marciano parece un mal sitio para la vida hoy, muchos piensan que en el pasado pudo ser un planeta más acogedor. Pero la nueva información desbarata un poco también esa hipótesis. "Esto no descarta formas de vida de algún tipo desconocido, pero organismos que pudieran originarse y sobrevivir en un entorno tan salino tendrían que basarse en una bioquímica distinta de lo que conocemos", dice Andrew H. Knoll, coautor del trabajo.

Es cierto que en la Tierra hay especies muy tolerantes a la sal, reconocen, pero descienden de ancestros que vivieron en aguas más puras. Tosca y Knoll, junto con Scott M. McLennan (State University Stony Brook), admiten que tal vez, cuando Marte era muy, muy joven, pudo albergar agua más diluida (menos salada), o puede que la haya en otros lugares del planeta rojo distinto del explorado por el Opportunity, Meridiani Planum, considerado uno de los sitios potencialmente más habitables del planeta rojo. Ellos han calculado precisamente allí la salinidad, o la actividad del agua, en términos técnicos.

Mientras tanto, ajena a estos debates científicos, la nueva sonda de la NASA recién llegada a Marte, la Phoenix, se prepara para iniciar sus labores científicas, orientadas, precisamente, a determinar la habitabilidad de Marte. Uno de sus cometidos es excavar bajo la superficie marciana y tomar muestras para analizar el permafrost. Sus responsables han empezado ya a enviar órdenes a la Phoenix para mover ese brazo robótico excavador. Es un artilugio de 2,3 metros de largo con articulaciones y las primeras pruebas son mover el codo y la muñeca.

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