_
_
_
_
_
Reportaje:

Despidos en la 'casa' de Alonso

Renault reduce a la mitad el personal de su fábrica de motores de fórmula 1

Renault está desmantelando la fábrica de Viry-Chatillon, al sur de París, donde produce sus motores de fórmula 1 y considera que su presencia en el máximo nivel de la competición automovilística no lleva consigo la exigencia de ganar, sino le basta con "figurar en el show". Según el semanario satírico francés Le Canard Enchainé, que cita fuentes sindicales, el pasado 15 de mayo la dirección de la empresa anunció un segundo "plan de reorganización" que supondrá la salida de la mitad de los efectivos de la planta. Una octavilla del sindicato CGT denunciaba que el número de personal dedicado a la fórmula 1 "no sería mayor que el del concesionario Renault de la esquina".

Le Canard Enchainé atribuye esta decisión a los criterios del director general de Renault, para quien lo esencial no es ganar sino participar. Y cita al presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), el británico Max Mosley, ironizando con que "si se le propone a Goshn [Carlos, presidente de Renault] gastar 200 para ganar, responde que no. Pero si son 50 por figurar, firma con las dos manos".

El equipo de Renault en la Fórmula 1
Más información
Alonso: "Tengo que dar más de mí"
Alonso no concluye la segunda sesión de libres

La otra razón que apunta el semanario tiene más verosimilitud. El constructor francés tiene graves problemas de competividad y, especialmente, de concepción de nuevos modelos que le permitan reconquistar parte del mercado perdido, razón por la que Goshn, que consiguió devolver la rentabilidad a la japonesa Nissan, participada por Renault, fue puesto a la cabeza del grupo. Su llegada, sin embargo, coincidió con una serie de extraños suicidios en la factoría de Guyancourt, donde se diseñan los nuevos modelos, que los sindicatos relacionaron inmediatamente con el estrés creado por la gran presión que se ejerce sobre los empleados. "En los departamentos de estudios, la jerarquía y las presiones son aplastantes. Es una pesadilla", asegura un empleado a Le Canard Enchainé.

Goshn habría decidido echar mano de los ingenieros de Viry-Chatillon para reforzar el equipo de Guyancourt. Es más fácil construir un motor de fórmula 1, que sólo exige hacer lo mejor posible, que diseñar un producto de serie "en el que cada pieza es valorada al céntimo y cada decisión toma más de 25 horas de reuniones".

"Las depresiones se acumulan y los más dotados se exilian a Ferrari", añade la publicación francesa.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_