_
_
_
_
_

Sobria despedida en Figueirido a los dos soldados muertos en Afganistán

Los Príncipes presiden el funeral junto a Rajoy y Zapatero

El dolor contenido de los familiares y de los soldados que rindieron honores a los dos últimos compañeros caídos en Afganistán, el brigada Juan Andrés Suárez García y el cabo Rubén Alonso Ríos, se hizo patente sobre los rigores del protocolo en cada fase de la sobria ceremonia de despedida celebrada ayer en el acuartelamiento de Figueirido (Pontevedra) bajo la presidencia de los príncipes de Asturias y ante las primeras autoridades civiles y militares del Estado.

Los Príncipes, nada más pisar la explanada del acuartelamiento sede de la Brilat, fueron a dar el pésame a los familiares de los dos fallecidos en el atentado del domingo. Todas las autoridades ocupaban ya su sitio en dos bancadas, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el del Congreso, José Bono, el de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y la ministra Elena Espinosa en primera línea. Detrás, los portavoces de los principales grupos parlamentarios, consejeros de la Xunta y autoridades locales. En la otra bancada, la ministra de Defensa, Carme Chacón, junto al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Julio José Rodríguez, y otros responsables del ministerio y jefes militares.

Más información
"Cuando miré, el compañero que iba a mi lado estaba muerto"

Los féretros, cubiertos por la bandera española, fueron depositados ante el Monumento a los Caídos y la bandera a media asta, donde el arzobispo castrense, Juan del Río Martín, ofició el funeral. "Ellos representaban los valores que hacen grande a la humanidad: la paz, la libertad, el progreso y la ayuda solidaria", dijo en la homilía. El Príncipe impuso la Cruz de la Orden Militar con distintivo rojo en las gorras de los fallecidos, sobre sus féretros, y el coronel Emilio Sarabia, jefe accidental de la Brilat, se la entregó a las viudas.

Los militares entonaron La muerte no es el final y el momento más emotivo se produjo al retirar los féretros: lloraban algunos de los porteadores, sin perder marcialidad, y lloraba el cortejo vacilante de los familiares. En Vigo y Carballo (A Coruña) recibirán sepultura los fallecidos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_