El PSOE y ERC utilizan una salida de tono de Fraga para 'vengarse' del PP

El PP vio ayer cómo su agresividad contra Pedro Castro, presidente de la FEMP y alcalde socialista de Getafe, y Joan Tardá, diputado de ERC, por sus salidas de tono, se le volvía en contra. Los populares habían pedido la dimisión de Castro por decir "¿Cómo puede haber tanto tonto de los cojones que sigue votando a la derecha?" y de Tardá por gritar "¡Muerte al Borbón!". Y en ese ambiente político con la sensibilidad a flor de piel, llegó Manuel Fraga y, con su habitual tono seco sentenció cuando le preguntaron si habría que cambiar el sistema electoral para que los nacionalistas tengan menos peso: "Habría que ponderar colgándolos de algún sitio".

El público del desayuno organizado por el Fórum Europa se quedó en silencio. "¿Podría ser usted más explícito, don Manuel?", le preguntó el moderador, el periodista de CNN+ Antonio San José. Ahí la gente sí soltó la tensión con una carcajada. Pero Fraga no movió un músculo. "Pues quiero decir que el nacionalismo, por definición, es lo contrario de la defensa de España. Integralmente".

Tanto el PSOE como ERC -el propio Fraga había mostrado su "desprecio" a Tardá- saltaron enseguida, mientras Mariano Rajoy trataba de esquivar el golpe con un quiebro a los periodistas: "No creo que haya dicho que hay que colgar a nadie", contestó en Bruselas. Rajoy ha hecho del acercamiento a los nacionalistas, especialmente a CiU, uno de los ejes de su política para evitar la imagen de aislamiento del PP.

José Blanco ironizó en su blog al recordar la petición de dimisión del PP a Pedro Castro y los dos plantes que ya han organizado los alcaldes populares, el último ayer en la Comisión de Desarrollo Rural de la FEMP. "Ya me estoy imaginando a todos los senadores del PP levantándose y abandonando el hemiciclo del Senado a la entrada de Fraga Iribarne sin mirarle a la cara, para afear aún más su conducta, y pedirle que deje su escaño si tiene dignidad", se ríe Blanco. El PSOE pidió oficialmente a Rajoy que desautorice a Fraga, aunque asegura que no hará una "campaña inquisitorial" como la que ha hecho el PP con Castro.

Artur Mas, líder de CiU, recordó que el PP se apoyó en ellos en 1996 para gobernar y criticó lo que en su opinión era una "apelación a la pena de muerte para los nacionalistas". "Quiere dar lecciones y ha dado una nueva demostración de odio hacia quienes no piensan como él", aseguró Joan Ridao, de ERC.

Aunque fue la más comentada, no fue la única frase polémica del fundador del PP y ex ministro de Franco, que a sus 86 años es senador y sigue activo en política, opinando sobre todo y sobre todos, y apoyando a su pupilo, Alberto Ruiz-Gallardón, como aspirante a la sucesión de Mariano Rajoy.

Fraga dijo que fue un error incluir en la Constitución el término "nacionalidades", que sólo se cerrará el estado autonómico cuando el Senado funcione como cámara territorial, y cuando le preguntaron por el congreso del PP en Valencia, señaló que la continuidad de Rajoy fue "una solución correcta, pero no quiere decir que sea definitiva. Un partido debe tener abierta siempre la vía de la renovación", dijo mientras Gallardón ponía cara de póquer.