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La lucha por el control de Caja Madrid

PP y PSOE, lejos del acuerdo para dar estabilidad a la caja

Zapatero reprochó a Rajoy los "tejemanejes" de Esperanza Aguirre

Carlos E. Cué

Concentrados como estaban en la bronca por la retirada de las tropas de Kosovo, sólo algunos diputados, los más ocupados en asuntos económicos, comentaron el durísimo cruce entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy a cuenta de la situación de las cajas de ahorro el pasado miércoles en el Congreso. El líder de la oposición habló específicamente del caso de Caja Castilla La Mancha, ahora intervenida, y criticó los "tejemanejes" del Gobierno. El presidente se indignó y le pidió que contara "hasta 10" antes de hablar de "tejemanejes" después del "espectáculo" que están dando "los pepés de Madrid en Caja Madrid".

Zapatero concluyó con una oferta de pacto, pero 48 horas después rompía la baraja recurriendo al Tribunal Constitucional la nueva Ley de Cajas de Madrid, algo que ha sentado fatal a la dirección del PP porque se ha hecho sin consultar con ellos. En el trasfondo de toda esta pelea pública están los sucesivos intentos del Gobierno, en los últimos meses, por convencer a los populares de que ambos partidos deben estar juntos a la hora de afrontar la delicada situación de algunas cajas.

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La tesis del Ejecutivo, según coinciden fuentes socialistas y populares, es que el problema de estas entidades afecta tanto al PP como al PSOE, porque la oposición gobierna en lugares donde también hay instituciones con problemas, como la Comunidad Valenciana. Por eso el Gobierno ha intentado por tierra, mar y aire, desde hace meses, convencer al PP. El vicepresidente Pedro Solbes ha mantenido varias conversaciones sobre este asunto con Cristóbal Montoro, el portavoz económico de los populares, pero nunca se ha alcanzado ningún acuerdo real.

Montoro es un economista liberal nada partidario de las intervenciones públicas. Además, el PP, a pesar de que en las principales medidas económicas de apoyo al sector financiero vota con el PSOE, ha convertido este asunto de la mala gestión de la crisis en el eje de su oposición.

La situación de bloqueo entre ambos partidos era de tal calibre que Zapatero llamó a Rajoy por teléfono pocos días después de las elecciones vascas y gallegas para recabar su apoyo en el asunto de las cajas. Pero el líder del PP, según su entorno, no quiere ser cómplice de una política del Ejecutivo que considera equivocada, sobre todo la promoción de fusiones "políticas" entre cajas de comunidades gobernadas por el PSOE. Hay además un problema de confianza, puesto que los populares ya se sintieron engañados cuando los socialistas no establecieron las medidas de control parlamentario y transparencia que ellos reclamaron con los 150.000 millones de ayuda a la banca en avales y compra de activos. Zapatero y Rajoy, que ya hablaron en octubre de Caja Madrid y compartieron su preocupación, pero tampoco llegaron a ningún acuerdo, no parecen ni mucho menos cercanos a un gran pacto frente a la crisis.

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José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, en La Moncloa en octubre de 2008.
José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, en La Moncloa en octubre de 2008.BERNARDO PÉREZ

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