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Los problemas del centro

El 75% de las denuncias en Ciutat Vella son por hurtos

Jesús García Bueno

Barcelona es un caramelo para los carteristas. Más de la mitad de las denuncias que cada día se presentan en comisaría son por hurtos al descuido. En Ciutat Vella, que absorbe turistas en masa, el porcentaje se eleva a tres de cada cuatro. El secretario de Seguridad de la Generalitat, Joan Delort, admitió ayer que el nivel de hurtos en la ciudad es "extremadamente alto" (no dio cifras) y reconoció que por sí sola la policía es incapaz de atajar el fenómeno de la reincidencia.

Entre 200 y 250 personas se dedican a birlar carteras de forma sistemática en la ciudad, según fuentes policiales. La mayoría son magrebíes y rumanos, y actúan en zonas de alta densidad de personas: la plaza de Catalunya (sobre el asfalto y en el suburbano), las fuentes de Montjuïc y la estación del Norte son tres ejemplos. Los pickpockets han hecho del hurto su profesión. Saben que el límite entre falta y delito está en 400 euros y procuran no pasarlo.

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"Los carteristas tienen capacidad para reincidir porque los instrumentos jurídicos son insuficientes. De ahí que haya sensación de impunidad", arguyó Delort. El combate contra los multirreincidentes (que acumulan decenas de imputaciones) es complejo. "La legislación es laxa y raya en lo tolerante; el castigo al hurto es mínimo. Además faltan recursos y están mal coordinados", terció el secretario general del Sindicato de Policías de Cataluña, David José Mañas.

Convenio con los hoteles

La policía combate a los carteristas con uniforme (para disuadirlos) o de paisano (para cogerlos con las manos en la masa). Pero cuando esto último ocurre y lo sustraído es inferior a 400 euros, el agente identifica al autor y lo cita para un juicio rápido. "Allí paga una multa de 200 euros y vuelve a la calle. Pero trabaja tanto que le trae cuenta", explicó un agente de la Guardia Urbana que pide el anonimato.

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Muchas de las víctimas son visitantes que se alojan en hoteles. En ese sentido, el Departamento de Interior y el Gremio de Hoteleros de Barcelona firmaron ayer un convenio para reducir los robos y reforzar la seguridad en zonas hoteleras, en especial de Sant Martí, Ciutat Vella y el Eixample. Los Mossos crearán un grupo operativo específico para dar respuesta rápida a las demandas de los hoteles. Interior pretende que los turistas puedan poner sus denuncias en el establecimiento.

"Si a un turista le roban, le amargan la estancia. Nos han etiquetado y es terrible", dijo el presidente del gremio, Jordi Clos, en alusión a las guías turísticas que sitúan a Barcelona como la ciudad europea donde resulta más fácil perder la cartera.

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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