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Reportaje:Vuelta de los dieciseisavos de la Copa del Rey

"No me arrepiento de nada"

Pellegrini, cuya dimisión reclamó parte de la afición, se defiende aunque reconoce que a su equipo le "faltó fútbol"

Diego Torres

El fondo norte del Bernabéu emitió un rumor creciente, una bola de nieve que se agrandó por todo el estadio. Un clamor que duró unos segundos. "¡Pe-lle-grini-di-mi-sión! ¡Pe-lle-grini-di-mi-sión! ¡Pe-lle-grini-di-mi-sión!". En un arrebato linchador, la multitud pidió la expulsión del entrenador. La gente estaba resentida y enfocó la ira en el eslabón más visible, y el más débil. ¿Quién se acuerda de los entrenadores que dirigieron a los equipos que remontaron contra el Derby County, el Inter, el Borussia, o el Anderletch? La hinchada nunca miró al banquillo para reconocer el trabajo de aquellos técnicos. Han pasado al anonimato. En cambio, ayer, el Bernabéu le pidió a Pellegrini que remonte. Hasta el final de la noche, nadie se fijó en el mal partido que hicieron los jugadores.

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Pellegrini creyó que a la gente le molestó que quitara a Lass para meter a Marcelo. "El público se enfadó por la salida de Lass", dijo; "un jugador que se entrega mucho. Yo veía que había estado una semana sin entrenar por temas personales y después había jugado cuatro partidos en 10 días. Corría el riesgo de lesionarse. Había que tener cuidado porque si seguía los últimos 20 minutos podía ser peligroso. Si hubiera pensado en mí, lo habría dejado. Pero he preferido pensar en el equipo. Siendo egoísta, habría calculado que si quitaba a Lass la gente me iba a pitar. Pero no lo hice. De todas formas, Lass no iba a ser el que metiera los goles que teníamos que meter".

El entrenador chileno atribuyó la animadversión del Bernabéu a un cambio táctico puntual. Pero hay algo más. La intolerancia tiene un origen incierto. La derrota 4-0 en Alcorcón fue una calamidad de proporciones históricas y gran parte de la prensa culpó de ello a Pellegrini. Por lo que se vio ayer, el mensaje ha calado. El público ya tiene un culpable y los jugadores, llegado el caso, no serán los más proclives en asumir su cuota de responsabilidad.

Pepe habló en este sentido. Cuando le preguntaron por el entrenador, el defensa brasileño manifestó con naturalidad lo que es el sentir del vestuario. En lugar de defender a Pellegrini, se remitió a la directiva. "Si Pellegrini se queda en el club o no es algo que no me corresponde decidir a mí sino a la directiva", dijo el brasileño. "Es la gente la que tiene que hablar de estas cosas, no yo".

A Pellegrini le queda una penosa travesía por delante. Sin embargo, durante la conferencia de prensa se mostró flemático. "No tuvimos fútbol para meterle cuatro goles al Alcorcón", admitió. "En la segunda parte estuvimos un poco mejor pero los palos no nos dejaron. En la primera parte intentamos salir a presionarlos en campo contrario. Por eso puse a Lass y a Diarra en el doble pivote. Para quitarles el balón y atacar. Pero nos faltó claridad arriba. El problema estuvo en la falta de movilidad arriba, no en la formación del medio campo".

"Pudimos haber hecho bastante más", lamentó Pellegrini. El chileno insinuó cierta decepción con sus delanteros. Alguien le falló por ahí arriba. Además, dijo que no se arrepintió de reservar a Benzema y a Xabi Alonso, a los que no convocó para dar vuelo a otros elementos de la plantilla. "No me arrepiento de nada", declaró. "Siempre he dicho que para jugar en tres competiciones hay que emplear todo un plantel. Y creo que el nuestro tiene jerarquía para variar la alineación con respecto a la Liga. Hoy nos ha fallado otra cosa. No pudimos evitar las imprecisiones propias de la tensión. Nos ha pesado el partido de ida".

Pepe fue el único jugador del Madrid que se manifestó con tono institucional. Raúl, el capitán, estuvo tan desaparecido en el campo como en los vestuarios. La noche reclamaba la presencia de una figura representativa entre los jugadores. Pero sólo Pepe apareció para dar explicaciones por lo ocurrido. "En la ida jugamos mal y eso nos ha pasado factura", dijo el defensa. "El Alcorcón siempre tuvo más fútbol que nosotros. El Real Madrid vive de los resultados inmediatos y eso es muy complicado. Entiendo que la gente se sienta frustrada después de llenar el campo sólo para vernos ganar por 1-0".

Desde la directiva el encargado de salir al paso fue Jorge Valdano. Su mensaje resultó tranquilizador, para el técnico y para los jugadores. "No podemos decir que no lo hemos intentado, ni en la ida ni en la vuelta", dijo el director general a Canal+; "pero está claro que queda mucho trabajo por delante". Valdano también quiso quitar importancia a los gritos contra Pellegrini que salieron de las gradas. "Fueron sólo 15 segundos", zanjó.

El técnico chileno del Real Madrid, Manuel Pellegrini, ha dicho que entiende el enfado del público del Bernabéu por los cambios realizados.Vídeo: AGENCIA ATLAS

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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