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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Brasil-Corea del Norte

Gran Hermano pide la pelota

El seleccionador norcoreano elude la cuestión de si el presidente de la República le hará la alineación contra Brasil

Diego Torres

Están continuamente vigilados por un grupo de comisarios políticos, uno de los cuales graba todo lo que sucede en el hotel donde residen, en la aséptica urbanización de Midrand. Vienen de Corea del Norte, un país que, según la ONU, tiene más del 20% de desnutrición infantil y cada año conmemora la muerte de Kim Il-sung, declarado presidente a perpetuidad, con una manifestación multitudinaria de plañideros que lloran durante 10 días seguidos por imposición legal. Para estos chicos, el fútbol debe de ser una extraña bendición, aunque, al verles entrenarse ayer en Ellis Park, taciturnos y cabizbajos, más bien parecían unos condenados. Hoy debutan contra Brasil.

El seleccionador, Kim Jong-hun, se presentó a la conferencia acompañado por un funcionario de la FIFA y un comisario político. "No se aceptan preguntas políticas", advirtió el empleado de la FIFA; "solo deportivas".

Jong-hum atendió a la prensa con un agente de la FIFA que prohibió preguntas políticas
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- ¿Quién hará la alineación contra Brasil? ¿Usted o el presidente de la República Democrática del Pueblo de Corea (RDPC), el señor Kim Jong-il?

Al oír la cuestión, Kim Jong-hum miró a su comisario político en busca de aprobación, pero halló una mirada confusa. El comisario político miró al funcionario de la FIFA y el funcionario de la FIFA interpretó que aquella era una pregunta política. "¡Solo preguntas deportivas!", exclamó. A continuación, Jong-hum habló de su equipo y a cada comentario añadió referencias a Jong-il: "Para que nuestro gran líder sea muy feliz...", "...gracias al apoyo de nuestro gran líder...", "...con la contribución de nuestro gran líder...". Mientras el seleccionador hablaba, un miembro de su comitiva filmaba a cada una de las personas que le interrogaban. "Si somos fuertes ganaremos mañana [por hoy]", dijo Jong-hum, "y le brindaremos una gran felicidad a nuestro gran líder. El pueblo de la RDPC, con su poderosa mentalidad, es nuestro fundamento básico. Por eso creo que prevaleceremos sobre Brasil".

Íntegramente forrado en un chándal rojo de la marca napolitana Legea, el seleccionador compuso una estampa inusual. Largo, armado de una voluminosa cabeza, llamaba la atención por tener más corto el pelo del lado izquierdo que el del derecho, como si él mismo se hubiese pasado la maquinilla. El año pasado, durante la fase de clasificación, le acusaron de paranoico cuando denunció que en Corea del Sur habían intentado envenenarlo a él y a sus jugadores. Ayer explicó que decidió dedicarse al fútbol con 10 años cuando supo de las hazañas de la selección norcoreana en el Mundial de 1966. La victoria sobre Italia (1-0) asombró al mundo tanto como el resultado parcial ante Portugal (3-0) a los 20 minutos del inicio. Eusebio, con cuatro goles, puso fin (3-5) a la aventura. Pero a Jong-hum le marcó de por vida. "Me empujó a pensar que el fútbol era importante, que podía inspirar al pueblo", dijo; "ahí decidí entregar mi vida al fútbol y convertirme en entrenador".

Han pasado 44 años y Jong-hum está al frente de Corea del Norte en otro Mundial. Entre sus estrategias más famosas destaca su inclusión de un delantero centro en la lista de los porteros. Se trata del nervioso Kim Young-won, goleador del Amrokgang, el equipo del Ministerio Para la Seguridad del Pueblo. Alertada, la FIFA sólo le permitió al delantero inscribirse como portero. Al técnico no se le movió un pelo cuando dio cuenta del asunto: "Kim Young-won es delantero, pero ahora está registrado como portero. De niño, empezó como portero. Luego lo cambiamos a delantero. Pero creo que en esta Copa será portero de nuevo".

La gran figura del equipo es un delantero japonés hijo de padres norcoreanos que juega en el Kawasaki Frontale. Se llama Chong Dae-se. En la madre patria le conocen como Cabeza de Bellota y en Japón como El Rooney del Pueblo. El capitán, Hong Young-jo, es un oficial del ejército que juega en el Rostov, ruso. Dice que regala su sueldo al Partido y asegura que, como la gran mayoría de sus paisanos, no posee ni tele ni nevera: "¿Para qué sirve una nevera? Te permite tomar bebidas frías en verano. Así te constipas y te pierdes los entrenamientos". Si Hong tuviera tele, su hijo tampoco podría verlo en directo jugar el Mundial. Como explicó el seleccionador: "En la República Democrática del Pueblo de Corea los partidos se mostrarán... probablemente".

El técnico norcoreano, Kim Jong-hum, durante una sesión preparatoria.
El técnico norcoreano, Kim Jong-hum, durante una sesión preparatoria.EFE

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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