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Ataque a un consejero

Acusaciones de despilfarro y un crac inmobiliario que ha hundido los ingresos

Carlos E. Cué

Murcia fue durante muchos años un modelo para el PP por su crecimiento. Sin embargo, en dos años, y en paralelo con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, se ha convertido en una comunidad con muchos problemas para pagar a sus proveedores y con un déficit muy alto. El presidente Ramón Luis Valcárcel se ha visto obligado a recortar para que el Gobierno central le autorice a endeudarse en otros 500 millones. Si no, no podría pagar a proveedores.

El motivo fundamental es la caída de ingresos. Según los datos oficiales que maneja la candidata socialista, Begoña García Retegui, la recaudación en un impuesto clave y muy vinculado a la construcción, como el de actos jurídicos documentados, ha caído desde los 641 millones de 2007 hasta poco más de 200 en 2010, con datos de noviembre. En la suma de impuestos directos e indirectos se habría pasado de 2.300 millones en 2007 a 1.500 en 2010. Los socialistas no reclaman aún abiertamente subidas de impuestos, a la espera de la campaña electoral, pero sí los sindicatos. Tanto Daniel Bueno, de CC OO, como Antonio Jiménez, de UGT, insisten en que Valcárcel debería subir impuestos a las rentas altas, como han hecho otras comunidades gobernadas por el PSOE, y eliminar las exenciones al impuesto de sucesiones. Valcárcel se niega. El Gobierno murciano asegura que la situación no es grave, y ofrece un dato contrastable: la portavoz y consejera de Presidencia, María Pedro Reverte, insiste en que Murcia es la cuarta comunidad menos endeudada de España.

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La oposición habla de despilfarro y de falta de previsión en estos años. Se citan ejemplos simbólicos. Entre ellos, la televisión autonómica, que desde su creación en 2005 cuesta unos 40 millones de euros a las arcas públicas cada año y supone importantes ingresos para los grupos privados que la gestionan. Una de las consejerías que se toman como ejemplo de despilfarro es precisamente la de Cultura, la del agredido. Los datos del PSOE señalan que campañas como el Murcia No Typical (3 millones) el festival SOS (2,5 millones), Manifesta (4,5 millones) o cuatro conciertos de la MTV (4,4 millones) son un dispendio para una comunidad pequeña en época de crisis. El Gobierno asegura que la Consejería de Cultura es una de las que menos gasta de España, incluidas otras más pequeñas como La Rioja.

Pero en lo que insisten tanto el PSOE como los sindicatos es en el despilfarro del gasto sanitario por mala gestión. Los socialistas hablan de 3.000 millones en gasto farmacéutico desde 2002. Sobre todo, dicen, porque Murcia, al contrario que otras comunidades, no ha implementado el uso de genéricos, mientras otras autonomías superan el 40%, dicen, Murcia sigue por debajo del 10%. Se podrían ahorrar ahí hasta 90 millones anuales, asegura el PSOE. El recorte que ha incendiado la política murciana es de 300 millones.

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