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Cáritas activa un plan para alimentar a 1.200 familias afectadas por la RMI

Los servicios de Girona se movilizan por la crisis de la renta mínima - 40.000 personas siguen sin recibir la ayuda - Barcelona alerta de que está "sin reservas"

La crisis provocada por la Generalitat de Cataluña por el retraso en el pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI), la ayuda de último recurso de 420 euros mensuales -con complementos de 50 a 90 euros para niños y personas dependientes-, ha llevado a los centros de distribución de alimentos de Girona a activar un plan para entregar 1.200 paquetes de alimentos para las familias que se encuentran en una situación más desesperada. Los paquetes contienen los alimentos básicos que permiten a una familia sobrevivir durante 10 días, tras los que se espera que ya se hayan normalizado los pagos.

Los centros de distribución de alimentos de Girona, dirigidos por Cáritas, son un dispositivo social en el que participan otras ONG como la Cruz Roja y las administraciones locales y provinciales. Funcionan como un supermercado de productos básicos en los que las personas afectadas por la crisis pueden comprar alimentos a bajo precio o recibirlos sin coste. Funcionan en Girona, Salt, Figueres, Olot, Lloret y Palamós. "Desde principios de mes hemos recibido muchas más peticiones de ayuda por el retraso de la renta mínima", explicó ayer un portavoz. Las previsiones son distribuir 300 paquetes en Girona, Salt y Figueres y 100 en Palamós, Lloret y Olot.

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En la provincia de Barcelona también se han activado ayudas extraordinarias, concretamente en Vic y Sabadell, con el objetivo de "sumar esfuerzos", explicó el presidente del Banco de Alimentos de Barcelona, Antoni Sansalvadó. El perfil de los demandantes son gente mayor y personas en el paro. La coordinadora de Cáritas de los barrios barceloneses de Ciutat Vella y el Poble Sec, Juana Martín, aseguró que no saben a qué "atenerse" ante los efectos de los retrasos de la RMI. Sansalvadó indicó, además: "ya no hay reservas en el almacén", aunque no teme que haya una grave falta de alimentos porque la respuesta del sector agroalimentario "es buena". Por primera vez, además, el banco de comida de Barcelona abrirá todo el mes de agosto a excepción de una semana, al igual que el de Girona, que no cerrará sus puertas.

Cáritas Lleida no se ha planteado por ahora tomar medidas extraordinarias para ayudar a las familias que todavía no han cobrado la RMI pese a que la situación "se ha agravado" y ha aumentado en los últimos días el número de personas que piden ayuda, manifestó ayer el secretario general de la entidad en el Segrià, Josep Fernández, informa Eva Visa.

Unas 110.000 personas dependen en Cataluña de la renta mínima, que gestionan los Departamentos de Empresa y Ocupación (cuyo titular es Francesc Xavier Mena) y Bienestar y Familia (Josep Lluís Cleries). Las ayudas reconocidas son 34.000. De cada una de ellas, según los últimos datos disponibles, de 2009, dependen 3,25 personas.

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Empresa y Ocupación informó ayer de que aún no han cobrado la renta mínima 12.300 familias (3.400 menos que el martes), lo que eleva el número de afectados a día 10 del mes (el periodo en el que se concentra el pago de los recibos de alquiler y suministros) a 40.000 personas.

La crisis de la renta mínima ha desbordado a la Generalitat, que este mes ha introducido un cambio en el sistema de pago: un cheque bancario enviado por correo en lugar de la transferencia bancaria. El Gobierno también ha llamado a 10.000 beneficiarios para revisar su expediente.

El objetivo de la medida, evitar el fraude, ha quedado superado por los problemas que los cambios han generado. Miles de familias aún no han recibido el cheque. La Generalitat tampoco se ha preparado para atender a las 10.000 personas a las que dio un plazo de cinco días para revisar su expediente. Las oficinas de Bienestar Social son incapaces de atender a todos los afectados y el teléfono de información lleva toda la semana colapsado, según ha comprobado este diario.

Empresa, que el martes se negó a admitir su mala gestión del proceso, se vio obligada ayer a ampliar el plazo de cinco días dado a los beneficiarios de la RMI. De las 10.000 personas llamadas a concertar una cita con Bienestar, solo 1.857 lo habían conseguido ayer.

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