Francia extradita a dos acusados por la muerte de un menor en Lloret
Los dos jóvenes fueron detenidos en Lyon un mes después del crimen
El Tribunal de Apelación de Lyon (Francia) aceptó ayer extraditar a España a los dos jóvenes franceses acusados de la muerte de un adolescente de 15 años en Lloret de Mar (Selva) el pasado 17 de julio. La defensa, que tiene de plazo hasta el próximo martes para recurrir la orden ante el Tribunal Supremo, todavía no ha tomado una decisión. "Lo estamos pensando", declaró ayer por teléfono Michel Tallent, abogado de los dos acusados, que permanecen recluidos en una prisión cercana a Lyon. Si no se recurre la sentencia, la justicia francesa entregará a los dos jóvenes en un plazo de 10 días al juzgado de Blanes, que instruye el caso.
Andrew Milroy, de 15 años, fue asesinado cuando volvía a casa de madrugada. El adolescente recibió una cuchillada en el tórax al intervenir en una pelea entre varios de sus amigos y un grupo de jóvenes franceses en una calle cercana a la zona de marcha de Lloret, según declararon los testigos a los Mossos d'Esquadra. Milroy murió poco después en el hospital de Blanes. Los autores del crimen huyeron a Francia esa misma madrugada. El Área Territorial de Investigación de los Mossos d'Esquadra se hizo cargo del caso e identificó a los sospechosos, tras lo cual se puso en contacto con la policía francesa.
La defensa alega que existe una campaña antifrancesa en el municipio
Jérémy Puydeboix y Ludwig Gallier, de 21 años, fueron detenidos el pasado 17 de agosto en Isle d'Aube, una localidad cercana a Lyon en la que ambos residen. Un tercer detenido, que apareció en una comisaría acompañado por su madre al enterarse de que lo buscaban, quedó en libertad tras comprobarse que no tenía relación con los hechos. La policía catalana se desplazó al país vecino para participar en los interrogatorios.
La defensa pidió la denegación a España de la extradición y argumentó que el asesinato de Milroy y los disturbios de las pasadas semanas entre grupos de turistas y la policía han desencadenado una campaña antifrancesa entre la opinión pública de Lloret de Mar que impediría que se les garantice un juicio justo. "Tienen miedo del cariz que puede tomar el tratamiento del asunto", declaró Tallent al rotativo Le Progrès, de Lyon. "Tienen miedo de lo desconocido, de las represalias y del tratamiento judicial que reciban", dijo. La fiscalía se mostró desde el primer momento favorable a la extradición al considerar que la orden de detención europea emitida por España presenta las "garantías judiciales" necesarias.
Uno de los detenidos, Ludwig Gallier, ha llegado a reconocer que asestó una puñalada en un momento de la pelea, según el rotativo francés. Ambos acusados, sin embargo, defienden que fueron víctimas de una decena de jóvenes muy agresivos que les insultaron y golpearon. "Hay vídeos que lo demuestran", insiste el abogado.
La muerte de Milroy y los graves enfrentamientos que desembocaron en una batalla campal entre la policía y grupos de turistas hace dos semanas han causado una gran conmoción en Lloret de Mar. Los vecinos y los comerciantes han denunciado la actitud agresiva de grupos de jóvenes franceses que acuden a la localidad para salir de noche y luego duermen en sus coches. Los incidentes han avivado el debate sobre las consecuencias del turismo de bajo coste que atrae Lloret y la necesidad de cambiar el modelo.
El alcalde, Romà Codina (CiU), ha señalado a los locales de ocio nocturno como responsables de los últimos incidentes por no cumplir la normativa de horarios y servir alcohol a menores, entre otras cosas. A raíz de los incidentes, el Consistorio ha puesto en marcha un dispositivo especial en coordinación con los Mossos d'Esquadra y la Policía Local. En la noche del miércoles al jueves pasado la policía detuvo a seis personas, tres de ellas tras ser descubiertas robando en el interior de varios vehículos en la zona de La Riera, donde se concentran la mayoría de locales de ocio nocturno. La Policía Local levantó dos actas por venta ambulante y por consumo de alcohol en la vía pública. Los Mossos inspeccionaron 13 bares y discotecas y encontraron diversas irregularidades, en especial por la ausencia de personal de vigilancia.
