Vecinos de la Sagrada Familia rechazan el aparcamiento de Trias
El alcalde dice que el templo debe pagar las expropiaciones
Los vecinos de la Sagrada Familia se oponen frontalmente a los planes expuestos el domingo por el alcalde, Xavier Trias, según el cual el nuevo aparcamiento de los autocares debe construirse frente al templo, bajo la plaza -proyectada por Gaudí- que se formaría entre la calle de Mallorca y la Diagonal. El accidente del sábado, cuando un autocar atropelló e hirió gravemente a dos mujeres y una niña, ha recrudecido la polémica en torno al tráfico y al impacto del turismo en el barrio.
El proyecto de la plaza y la zona verde frente a la fachada de la Glòria -la de la calle de Mallorca- es una vieja aspiración de los responsables del templo -especialmente de su arquitecto jefe, Jordi Bonet- y comportaría la expropiación de decenas de viviendas y negocios. La indemnización, aseguró Trias ayer, debería correr por cuenta del patronato del templo. El alcalde también dijo que el aparcamiento es una solución "a largo plazo".
La afectación de la manzana se arrastra desde el plan urbanístico de 1976. "Como cientos de otras que ya no se ejecutan porque no tienen sentido 40 años después. ¿Se ha pensado en la gente, en los vecinos? Nos parece un disparate pensar ahora en hacer una plaza ahí porque lo quiere el templo, y mucho más que bajo ella se haga un aparcamiento para los autocares", apuntaba ayer Joan Balanyac, de la asociación de vecinos de la Sagrada Familia. En cuando a los autocares, los vecinos demandan que se les prohíba el paso (véase EL PAÍS de ayer).
Consideran, además, que hay un sinfín de prioridades en el barrio y en la ciudad antes que la Administración expropie a todos los afectados y los realoje. Y ese es otro extremo sobre el que hay diversos puntos de vista. Los gestores del templo, con el presidente del patronato, Joan Rigol, en primer lugar, consideran que es el Ayuntamiento el que debería pagar la astronómica factura.
Ayer, el presidente del grupo municipal de Iniciativa, Ricard Gomà, pidió que "se articulen respuestas que permitan alejar el estacionamiento de los autocares de los principales reclamos turísticos y favorecer la movilidad de los turistas en transporte público".
Las heridas siguen en estado grave
Las dos mujeres y la ñiña que el pasado sábado resultaron heridas al ser arrolladas por un autobús sin frenos cerca de la Sagrada Familia siguen ingresadas en estado grave en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de Vall d'Hebron y Sant Pau. La mayor de las tres heridas, de 56 años, padece una lesión medular de pronóstico grave. Las otras dos, madre e hija, sufren politraumatismos y contusiones, y están estables.
