La deuda griega se aupará al 200% del PIB el próximo año

El policía local Marius P. tiene mucho que ver en los tristes pronósticos que pintó ayer Bruselas para la economía griega. Tiene 26 años y muchas cuentas que hacer cada día para evitar pedir el rescate financiero a su familia. "Me han recortado el sueldo de 1.100 a 700 euros, estoy en el límite. He dejado de pagar una factura de teléfono por primera vez en mi vida, he cortado gastos y estoy esperando a ver si encuentro compañero de piso. Si no, volveré a casa de mis padres". Fue la presentación de su propio informe económico, hace un par de días, en un bar de Atenas.

El plan de ajuste del joven ateniense, y de gran parte de los griegos, es uno de los grandes motivos por los que la Comisión Europea advirtió ayer de que la economía de Grecia agudizará su caída este año, hasta un 5,5%, un punto más que el año pasado. El latigazo del paro, la caída de los salarios y las pensiones y la anemia crediticia explican una caída del consumo privado del 6,2% para las familias y del 8,5% para el sector público. Son cuatro años ya de recesión y para 2012 se espera otro palo, una caída del 2,8%.

El ajuste alimenta la recesión y dispara el nivel público de endeudamiento

El déficit se reduce más de lo señalado en mayo, salvo en España y Grecia

Mario no debió tener ayer un buen día si leyó el informe de la Comisión Europea. La deuda pública de su país, en el 163% en este 2011, se encaramará hasta cerca del 200% en los próximos dos años. Además, el informe confirma lo que Atenas ya había advertido, que este año incumplirá, y de largo, el objetivo de déficit público prometido, del 7,6%, para quedar en el 8,9%.

En la psicología griega ya ha quedado instalado que eso es aviso de que se avecinan más recortes sociales. Sí puede cumplir el objetivo de déficit de 2012 en 2012, según el informe, que fue elaborado antes del 26 de octubre, es decir, antes del segundo rescate aprobado por Bruselas para Grecia y el pánico en la eurozona de la última semana.

Los 130.000 millones de euros del segundo rescate y la nueva quita de la deuda griega en manos privadas (hasta el 50%), debían ser suficientes, según los cálculos de la UE, para devolver el nivel de deuda pública al 120% en 2014 y permitir así que Grecia vuelva a financiarse en los mercados.

Aun cuando el plan finalmente salga adelante, es muy posible que se quede corto, dada la velocidad a la que crece el nivel de deuda. Hace poco más de un mes, el Ejecutivo griego volvía a revisar sus cuentas para anunciar que la deuda pública alcanzaría el 173% del PIB el próximo año. Pero la recesión y el déficit público, más intensos de lo previsto, han roto todas las estimaciones: la diferencia con los nuevos cálculos de Bruselas, que sitúa el nivel de deuda cerca del 200%, es notoria. La distancia con el objetivo del plan trazado en la cumbre europea, casi insalvable.

El mismo día en que Atenas nombraba un Gobierno interino de coalición encabezado por Lukas Papademos, exvicepresidente del Banco Central Europeo, el informe publicado reconoce "los importantes progresos en los esfuerzos de consolidación fiscal" de Grecia, pero critica las "deficiencias en la aplicación de estas medidas" debido a retrasos en su puesta en marcha o a "cambios de su diseño que redujeron su impacto".

A diferencia de lo que ocurre en Grecia, los países asediados por los mercados aceleran su consolidación fiscal, según las nuevas previsiones de Bruselas: es el caso de Italia, Irlanda o Portugal. La excepción es España, para la que Bruselas revisa al alza sus estimaciones de déficit público para 2012 y 2013, a falta de comprobar los ajustes adicionales que apruebe el nuevo Gobierno. En todos ellos, salvo Irlanda, el nivel de la deuda pública crece más de lo previsto en primavera, debido a la mayor debilidad del PIB.