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El juez encarga un informe sobre la personalidad de Bretón

Un forense, un psicólogo y un psiquiatra estudian su perfil

José Luis Rodríguez Laínz, el juez de instrucción que investiga la desaparición el 8 de octubre en Córdoba de los niños Ruth y José Bretón Ortiz, ha pedido que se haga un estudio psicológico de su padre, principal sospechoso del caso, para descartar cualquier patología. José Bretón, de 42 años, está en prisión preventiva desde hace 25 días imputado por los presuntos delitos de detención ilegal cualificada por desaparición de menores (secuestro) y simulación de delito.

Fuentes judiciales señalaron que tres expertos están encargados de analizar la personalidad del sospechoso: un psicólogo y un forense del Instituto de Medicina Legal, junto a un psiquiatra del hospital Reina Sofía. El abogado de Bretón, José Manuel Sánchez de Puerta, confirmó ayer que el juez había ordenado estas entrevistas. El letrado no sabe si las mismas se han llevado ya a cabo. "Y no puedo emitir un juicio sobre ellas hasta que no lea los informes", añadió, "simplemente sé que se han ordenado".

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Una prueba policial descarta que Bretón llegase con sus hijos al parque

Las fuentes judiciales consultadas corroboraron los rasgos del perfil psicológico de Bretón que ya han trascendido desde que se perdiese el rastro a sus hijos. El de una persona fría y extraordinariamente tranquila, teniendo en cuenta el drama que está pasando. La policía se dio cuenta desde el primer instante. Él mismo fue quien denunció la desaparición, según su versión, en el parque Cruz Conde en Córdoba. Los investigadores nunca han creído esta tesis. Las pesquisas se han centrado en una vivienda familiar de los Bretón, ubicada en el polígono de Las Quemadillas, donde se han hecho numerosas inspecciones, incluso utilizando un georradar para analizar el subsuelo.

Testigos de los rastreos recuerdan allí a Bretón, detenido y esposado, e insisten en que éste no mostraba señal alguna de angustia ni desesperación. Ni por la pérdida de sus hijos ni por estar detenido e imputado. "Parecía un hombre extremadamente inteligente, educado y culto. Y le gustaba quedar como el que más sabía de todo, especialmente en las características de la casa, que había construido él mismo. Pero en los registros no preguntaba por sus hijos", recordaron ayer fuentes cercanas al caso. Las mismas confirmaron que Bretón llegó a decir en una ocasión a los investigadores que les diría donde estaban sus hijos. Aunque finalmente se vino atrás, justo en la puerta de la finca y dijo "que lo tenía que pensar mejor". Sobre la mesa del juez Rodríguez Laínz hay más piezas del rompecabezas en que se ha convertido este caso. Al informe psicológico y psiquiátrico sobre Bretón se le unen la revisión de las cintas de vídeo de las cámaras de seguridad y vigilancia de las numerosas empresas ubicadas en las inmediaciones de la finca familiar y las que regulan el tráfico de la ciudad y sus alrededores.

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