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Una prueba policial descarta que Bretón llegase con sus hijos al parque

La policía ha hecho una prueba pericial que indiciariamente descarta la versión de José Bretón de que perdió a sus hijos, Ruth y José, en el parque Cruz Conde de Córdoba. Los agentes, siguiendo el mismo recorrido que hizo Bretón desde que salió de la finca familiar el 8 de octubre, se trasladaron en un coche camuflado llegando a dos muñecos en el vehículo. Han comprobado que una de las cámaras existentes en el parque captó la imagen de los muñecos, por lo que deducen que debería haber ocurrido lo mismo si Bretón hubiese llegado a ese parque con sus dos hijos, según fuentes de la investigación.

El objetivo de esa prueba era contrastar las imágenes de las cámaras de vídeovigilancia que captaron a Bretón conduciendo su coche, con las de la recreación de los investigadores. Fuentes policiales confirmaron que en las primeras puede verse a Bretón pero no a sus dos pequeños, mientras que en la prueba pericial, realizada en su mismo coche con maniquíes que simulaban ser sus hijos, sí que aparecen. Ello lleva a pensar a los investigadores que los niños nunca llegaron a pisar el parque Cruz Conde, donde Bretón sostiene que los perdió. Algo que, por otra parte, nunca ha creído la policía.

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Otras imágenes con las que cuenta la policía son las del padre, la tarde de los hechos, tirando dos bolsas en unos contenedores de basura del polígono Las Quemadas, donde está enclavada la finca familiar. Los investigadores sospechan, no obstante, que las bolsas solo contenían ropas o desperdicios, a la vista del aparente peso y volumen de las mismas.

La policía sigue distintas pistas, como la compra de pastillas tranquilizantes por parte de Bretón o la extracción de dinero de un banco unos días antes de que desaparecieran los chiquillos. Pero la investigación parece en punto muerto desde hace semanas. El juez de instrucción José Luis Rodríguez Laínz ordenó prisión preventiva para José Bretón el 21 de octubre, acusado de detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito. Bretón sigue siendo el principal sospechoso. Pero ninguna de las seis inspecciones a su finca familiar en el polígono de Las Quemadas han arrojado pistas sobre el paradero de los niños.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) mantienen la creencia de que la clave del caso está en la casa familiar y el naranjal anexo, por lo que dicha finca ha sido inspeccionada y rastreada en varias ocasiones. Los investigadores barajan volver a hacerlo en los próximas días utilizando ahora unos aparatos capaces de detectar el calor que desprende un cuerpo humano.

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