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La crisis del euro | El impacto en la economía mundial

La OCDE alerta del riesgo de depresión

El organismo da por hecho que la zona euro ha entrado en recesión y pide al BCE y al fondo de rescate que actúen para evitar consecuencias "devastadoras"

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) afirmó ayer que, a menos que se tomen medidas políticas "contundentes" para atajar la crisis en la eurozona, las consecuencias serán "devastadoras" para la economía mundial. El informe da por hecho que la Europa a 17 está en recesión (prevé una caída del PIB del 1% este trimestre y del 0,4% en el primero de 2012, en tasa anualizada) y advierte a los países de la OCDE que, si los políticos europeos no actúan de forma rápida, deben "prepararse para lo peor": un "sálvese quien pueda" en el que la unión monetaria podría romperse y varios países entrarían en una fase de "impagos desordenados". En el caso extremo, que el organismo ve improbable, se rompería el euro y el mundo entraría en "una profunda depresión" con caídas del 3% en el producto interior bruto (PIB).

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Contando con que Europa evite un "gran evento negativo", la economía del euro saldría de la recesión suave en 2012, con un crecimiento del 0,2%, para repuntar hasta un 1,4% en 2013. Las deterioradas condiciones financieras y los ajustes presupuestarios en curso actuarán como un fardo sobre la economía en 2012 y 2013, afirma el informe, que señala otra amenaza que ensombrece las perspectivas económicas al otro lado del océano: el desacuerdo político en EE UU sobre el programa presupuestario.

Las previsiones para 2012 revisan a la baja las anteriores proyecciones para los 34 países más ricos del mundo. Si antes la OCDE esperaba un avance del PIB de los países desarrollados del 2,3% en 2011 y del 2,8% en 2012, ahora estima que crecerá un 1,6% y un 1,9%, respectivamente.

El informe de 239 páginas indica además la vía para que Europa evite el desastre financiero y un aumento mayor de un paro ya disparado: hace falta un compromiso de las autoridades con decisiones y reformas que eviten el contagio de la crisis de la deuda y permitan recobrar la confianza perdida. Entre ellas, hay dos que los políticos europeos aún no han sacado adelante: el "incremento rápido, creíble y sustancial del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera" y "un uso mayor de los recursos del Banco Central Europeo", al que el organismo pide además que baje los tipos por debajo del 1,25% actual.

La negativa a una intervención masiva del banco emisor deteriora las perspectivas de salir de la crisis de los países que, como España, Francia o Italia, han visto triplicarse en pocos meses los intereses que pagan por su deuda. La OCDE pide a estos países que hagan mayores esfuerzos fiscales para sanear sus cuentas, y aprueben profundas reformas estructurales en sus mercados de trabajo y de productos. Esos dos elementos, más el saneamiento del sistema financiero, son indispensables para que funcione la unión monetaria, según el organismo con sede en París.

La coyuntura en los países avanzados "ha empeorado significativamente" desde el estudio anterior, y la OCDE lo achaca sobre todo a la desconfianza provocada por la incertidumbre política a la hora de resolver la crisis de la deuda europea, visible en el reciente contagio sufrido por miembros fiscalmente vulnerables, como España o Italia, pero también Bélgica y, en menor medida, Austria y Francia.

Se trata de impedir que el virus siga avanzando, y para eso es fundamental "que los bancos sean adecuadamente capitalizados y se comprometan a usar su capacidad de crédito, necesaria para asegurar una financiación fluida de las deudas de los Estados solventes a tasas de interés razonables", dice el análisis.

Todo dependerá de la política, por tanto. Si hay un "compromiso claro" en defensa del euro, que incluya la reforma del gobierno europeo y "un uso mayor" del balance del Banco Central Europeo, insiste el estudio, el Viejo Continente podrá volver a crecer y dejar atrás esta crisis, que en cualquier caso afectará a la economía mundial al menos durante dos años más. En el mejor de los supuestos.

Si Europa va hacia el peor escenario, y siguen creciendo las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda europea, entraríamos en una situación de muddling-through, o "sálvese quien pueda". Pero hay otra posibilidad peor, alerta la OCDE: "Un default desordenado" a nivel continental, que supondría fuertes pérdidas para los tenedores de deuda y activos, incluidos bancos sistémicos, que podrían pasar a ser insolventes. Lo más probable es que tales turbulencias en Europa, con destrucción masiva de riqueza, quiebras, cifras de paro muy elevadas hasta 2013 y el colapso de la confianza en la integración y la cooperación europea, diera lugar a una profunda depresión, tanto en los países que salgan como en los que se queden en la zona euro, así como en la economía mundial", señala el informe.

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