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Los bancos españoles vuelven a pedir en septiembre menos dinero al BCE

La normalización del mercado y la recuperación de la confianza en España permite a las entidades volver a las vías tradicionales de financiación

El paulatino regreso de la confianza entre los bancos está permitiendo a las entidades españolas reducir la apelación al Banco Central Europeo para financiarse, que a su vez está aprovechando la normalización del mercado para retirar progresivamente las facilidades de liquidez, una serie de medidas aprobadas para reforzar la recuperación económica. Según ha publicado hoy el instituto emisor, los bancos españoles pidieron prestado al BCE un 11% menos con 97.680 millones de euros en septiembre, la cifra más baja desde mayo y, por primera vez en estos cuatro meses, inferior a la cota psicológica de los 100.000 millones.

Frente al conjunto de entidades europeas, las españolas solicitaron un 21,8% del total de dinero pedido al BCE en septiembre, lo que supone un descenso frente al 25% registrado en agosto. Y eso pese a que el organismo prestó más dinero, ya que el total de fondos puestos a disposición de los bancos de la eurozona alcanzó los 447.722 millones de euros, un 4,5% más. Por este motivo, la reducción de la apelación de los bancos de España al BCE de septiembre cobra mayor carga positiva aunque se mantiene por encima del peso que tiene la economía española en el conjunto de la zona euro, que equivale al 12%.

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Asimismo, pese a que se trata del tercer descenso consecutivo tras el récord alcanzado en julio, cuando los bancos españoles pidieron más de 130.000 millones al BCE en plena tormenta griega, el dato de septiembre sigue por encima de los 85.600 millones de mayo y es un 22% superior al del mismo mes de 2009.

El desbordamiento de la crisis de deuda de Grecia y su contagio a los países del euro con más déficit como España, Portugal, Irlanda y, en menor medida, a Italia; cerró los grifos de financiación a los bancos españoles en un mercado que no se acababa de recuperar de la crisis financiera. Esta fue la causa del fuerte incremento en la apelación de las entidades españolas al BCE. No obstante, la publicación de las pruebas de resistencia a finales de julio y la reestructuración de las cajas devolvieron la confianza hacia el sector español y reabrió los canales tradicionales para salir en busca de dinero.

Esta reapertura llega justo a tiempo, ya que el BCE está retirando las muletas o medidas de estímulo con las que ha apoyado la recuperación. "Estas medidas excepcionales y audaces han resultado claves para el

mantenimiento de la disponibilidad de crédito para los hogares y empresas", afirma la institución en la última edición de su boletín mensual. No obstante, continúa, "dada su naturaleza temporal, algunas de estas medidas no convencionales ya han sido retiradas y otras lo serán de manera gradual".

En paralelo a la recuperación de las vías tradicionales, los bancos también han iniciado en España una dura campaña para captar depósitos de los clientes de la competencia con el objetivo de reforzar sus bases de capital.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, gesticula durante la comparecencia de ayer en Francfort.
El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, gesticula durante la comparecencia de ayer en Francfort.AFP

Los depósitos en el BCE alcanzan un mínimo

Los bancos comerciales de la eurozona depositaron el miércoles en el Banco Central Europeo (BCE) un total de 28.522 millones de euros, lo que supone un descenso del 35,2% respecto al volumen del día anterior y su nivel más bajo en lo que va de año, lo que sugiere una paulatina mejoría en disposición de las entidades a prestarse entre ellas, así como una reducción del exceso de liquidez en los mercados.

La facilidad de depósito del BCE remunera el dinero depositado diariamente por los bancos de la eurozona al 0,25%, muy por debajo del 1% del precio oficial del dinero. Hace tan sólo cuatro meses, los depósitos en el BCE alcanzaron un máximo histórico de 384.260 millones por la desconfianza entre las propias entidades, así como por la incertidumbre existente entonces por la crisis de la deuda soberana y la finalización de la macroinyección de liquidez a un año por parte del BCE, por lo que los bancos optaban por la mayor seguridad del banco central en vez de prestarse entre ellos y obtener un mayor rendimiento.

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