Ascienden a siete los cadáveres localizados tras naufragar ayer una patera en Tarifa
Los equipos de rescate buscan a otros ocho desaparecidos después de que la embarcación neumática chocará contra una roca.- Otras 35 personas fueron rescatadas con vida por la Guardia Civil y ocho lograron huir de los agentes
El Estrecho se ha cobrado dos nuevas vidas. A los cinco cadáveres localizados ayer tras el naufragio en Tarifa de una embarcación neumática con medio centenar de magrebíes a bordo, se unen dos más que los equipos de rescate de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil han encontrado esta mañana. Además, otros ocho inmigrantes siguen desaparecidos.
El primer cadáver, de un varón de origen magrebí, fue localizado sobre las nueve y media en las inmediaciones del naufragio. El cuerpo sin vida yacía en la orilla rocosa del paraje conocido como Salto del Caballo, hasta donde presumiblemente fue arrastrado por la marea.
Según ha informado la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, hasta la zona de Guadalmesí, donde la patera ocupada por inmigrantes embarrancó contra unas rocas, se ha desplazado una embarcación de superficie del centro zonal de Salvamento Marítimo en Tarifa, que está peinando el lugar, una labor que continuará o suspenderá a partir del mediodía en función del resultado que arroje.
Por su parte, la Guardia Civil ha enviado a la zona patrullas de tierra y unidades del Servicio Marítimo, mientras que efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (Geas) del Instituto Armado se incorporarán a lo largo de la mañana a las labores de búsqueda, cuyo dispositivo se reforzará si aparecen indicios de nuevas víctimas.
Mala visibilidad
La patera en la que trataban de llegar a Tarifa (Cádiz) chocó contra una roca y volcó poco antes del amanecer, sobre las 6.00 horas, ante los ojos de los agentes de la Guardia Civil que la esperaban en la playa tras localizarla una hora y media antes. A lo largo de la mañana, los agentes lograron rescatar a 35 personas, ocho de las cuales se dieron a la fuga.
La embarcación, de nueve metros de eslora, con un motor de 60 caballos y ocupada según los supervivientes por unas 50 personas, naufragó en arroyo Alhelí, en la zona de Guadalmesí. El mar se encontraba en calma, el viento era flojo y sólo había una intensa bruma. Precisamente pudo ser la mala visibilidad la que provocó la colisión, aunque el instituto armado especula también que el choque se debiera a un giro brusco para despistar a los agentes. La expedición fue avistada, a través de las cámaras térmicas del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior, alrededor de las 4.40, cuando navegaba en dirección a la costa. A pocos metros del litoral, los agentes contemplaron cómo la lancha neumática volcaba y caían al mar todos sus ocupantes.
