"No estamos preparados para vivir en estas circunstancias de miedo"
Un grupo de vecinos de Leganés no quiere volver a sus casas hasta que no se les garantice por escrito que no habrá nuevas explosiones
Un grupo de vecinos de Leganés Norte, el barrio donde el sábado se inmolaron los terroristas islámicos, ha rechazado volver a sus casas y ha reclamado por escrito la garantía de que no existe riesgo de nuevas explosiones. "No estamos psicológicamente preparados para vivir en estas circunstancias de miedo", ha denunciado una vecina de esta localidad del sur de Madrid.
Los vecinos de los bloques colindantes al que sufrió la gran explosión han sido desalojados hasta en tres ocasiones hoy. La primera, en torno a las 13.30, cuando los bomberos han encontrado un objeto sospechoso, aunque poco después se ha confirmado que era una falsa alarma. Poco tiempo estuvieron de regreso en sus casas, ya que a las 13.50 han sido desalojados de nuevo, lo que ha terminado con la paciencia de muchos de ellos, que han exigido al Ayuntamiento de Leganés la entrega de un documento firmado por el juez Juan del Olmo, encargado del caso, en el que se diga que no existe riesgo alguno de una nueva explosión.
Pese a sus quejas, algunos vecinos volvieron a sus casas, que tuvieron que abandonar por tercera vez a media tarde, al encontrarse otro "objeto sospechoso" entre las ruinas del edificio semiderruido el sábado. Este último desalojo ha afectado al menos a dos bloques de la calle Martín Gaite, colindantes al que resultó afectado por la explosión.
El tono de las quejas vecinales se ha ido elevando conforme han pasado las horas. Tras el segundo desalojo, algunos afectados han pedido "tener la seguridad de que no habrá nuevas explosiones", han afirmado sentir miedo y han reconocido que "psicológicamente no pueden volver". Así, han reclamado que si persiste el riesgo, "nos mantengan alejados hasta que desaparezca".
Ante esta situación, los vecinos se han reunido durante la mañana en plena calle con un representante del Ayuntamiento de Leganés. Según testigos presenciales, este representante municipal no ha podido asegurar que pudieran contar con el documento firmado por el juez de la Audiencia Nacional y les ha advertido de que en las actuales circunstancias, si se niegan a volver a sus hogares, los gastos tendrían que correr de su cuenta.
"La tranquilidad no la vamos a recuperar"
La explosión del sábado alteró las vidas de muchas personas, vecinos de Leganés, que lo perdieron todo cuando un grupo de terroristas decidieron inmolarse para no ser detenidos. Decenas de ellas -75 familias, según fuentes municipales- han acudido hoy a la Oficina de Atención abierta por el Ayuntamiento de la localidad madrileña. La tristeza se mezclaba con el nerviosismo de algunos de ellos, pero sobre todo pesaba en el ambiente la sensación de que ya nunca tendrán la sensación de seguridad en la que estaban instalados hasta la mañana del sábado.
"La tranquilidad que teníamos antes del sábado seguro que no la vamos a recuperar", ha relatado Luis Bejarano. Vive con su esposa Alicia y su hija de dos años en el mismo bloque en el que se escondieron los terroristas. Cuenta con pesar que su casa ha sufrido daños estructurales y que, por el momento, su familia se ha instalado en casa de sus padres. La gente, asegura, está "inquieta, nerviosa e impresionada". "Muchos de ellos tienen restos de carne humana en sus paredes y cascotes en sus habitaciones", añade. Y de los terroristas sólo ha sido capaz de decir que "vivían en régimen de alquiler y que siempre tenían las persianas bajadas".
Historias como ésta son las que se han escuchado en la Oficina habilitada por el Ayuntamiento de Leganés en la sede de la Policía Local, que, según fuentes municipales, permanecerá abierta mientras sea necesaria. Allí trabajan dos grupos, uno dedicado en pleno a los vecinos del bloque donde se produjo la explosión y otro para el resto de los afectados. En la Oficina se informa a los ciudadanos de los trámites que deben seguir para solicitar las ayudas.
Han sido 16 las familias que se han quedado sin hogar y otras tantas han visto como sus casas sufrían importantes daños materiales. Para aquellas personas que no tengan un alojamiento provisional, el Ayuntamiento prevé ofrecerles un hogar. La idea es localizar al menos diez viviendas de alquiler en el municipio y en otras localidades próximas como Fuenlabrada o Getafe.
