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El abogado que asistió a Mattin Sarasola durante su incomunicación no apreció tortura

Txeroki les dio instrucciones para que se disfrazaran.- Los etarras de la T-4, que participaron en otros atentados, realizaron dos ensayos

El abogado que asistió durante su incomunicación al presunto coautor del atentado contra la T-4 de Barajas Mattin Sarasola ha declarado esta mañana durante la segunda sesión del juicio que se sigue contra el comando en la Audiencia Nacional que no detectó indicio alguno de tortura sobre su cliente y que si los hubiera percibido "lo habría señalado en el acta" porque es su obligación, informa Manuel Altozano.

El testigo ha asegurado que únicamente vio un arañazo en una de las manos del miembro de ETA y que el detenido no denunció nada en ese momento. Según ha añadido, se le permitió reunirse en privado con el cliente después de cada interrogatorio pero que fue el propio Sarasola quien rechazó esta opción. El letrado ha declarado que encontró a Sarasola "cansado" y que éste le comunicó que no le habían dejado dormir y que le habían dado "poco de comer", pese a lo que las respuestas que dio el etarra en las dependencias de la Guardia Civil en Madrid no fueron dubitativas sino "espontáneas". "El mecanismo era de respuestas naturales ante preguntas que se le estaban haciendo", ha recalcado.

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Etarras disfrazados

Durante la sesión también ha prestado declaración el instructor de las diligencias por parte de la Guardia Civil, quien ha explicado que el interrogatorio de Sarasola fue el que permitió avanzar en la investigación ya que relató cómo fue la participación de todos los implicados. El testigo ha recordado que, según se desprende de los interrogatorios, fue el entonces jefe de ETA Mikel Garikoitz Aspiazu, alias Txeroki, detenido posteriormente, quien les dio las instrucciones para que se disfrazaran antes de cometer el atentado.

Así, según reconoció Sarasola en los interrogatorios, recogieron la furgoneta utilizada en el atentado en Venta Baztán, un pueblo de Navarra, y que utilizaron carreteras secundarias de Castilla y León para llegar a Madrid. Sarasola ha reconocido como propio un mapa de carreteras de dicha comunidad autónoma que encontró la Guardia Civil. El testigo ha relatado que Sarasola confirmó durante los interrogatorios que, siguiendo las órdenes de Txeroki, se detuvieron unos 50 kilómetros antes de llegar a Madrid para preparar su caracterización y poner a punto el artefacto explosivo, mecanismo similar al empleado por el mismo comando (el Elurra) en otras acciones. Entre ellas, Sarasola ha reconocido que el grupo participó en dos atentados fallidos (uno en Marina d'Or y otro en la zona comercial de Azca, en Madrid), así como otro que tuvo como objetivo la discoteca Bordatxo de Santesteban (Navarra) y que obligó a su demolición.

El comando Elurra, según la declaración de Sarasola, estaba formado por él mismo, los otros dos imputados en la causa, Igor Portu y Mikel San Sebastián (para quienes el fiscal pide 900 años de cárcel), así como un cuarto etarra, Joseba Iturbide. Su responsable era Joseba Aranibar y, en último lugar, el propio Garikoitz Aspiazu.

Según el agente, Sarasola, Portu y San Sebastián realizaron dos ensayos del atentado de la T-4. El guardia civil ha precisado que, tal y como declaró Sarasola tras su detención en enero de 2008, los tres participaron en un primer "reconocimiento del itinerario" en el vehículo de San Sebastián. A este primer ensayo le siguió, el 21 de octubre, un segundo, en el que sólo participaron Portu y Sarasola y para el que alquilaron un vehículo en Irún (Guipúzcoa) a nombre del primero, que llegaron a aparcar en la T-4. Desde allí, según el guardia civil, tomaron un taxi hasta la sede de Antena 3 Televisión en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes y otro de vuelta al aeropuerto para recoger el vehículo. Este mismo itinerario, según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, lo repetiría Sarasola un día antes de los hechos, a las 18.51 del 29 de diciembre, cuando estacionó una furgoneta robada -a cuyo propietario habían secuestrado dos días antes- en el módulo D del aparcamiento, lo que fue grabado por las cámaras de seguridad, tras lo que se fue en taxi hasta una zona cercana a las instalaciones de Antena 3.

Forcejeos en la detención

En la sesión han declarado también dos de los guardias civiles que participaron en la detención de Portu y Sarasola el 6 de enero de 2008 y que están acusados de lesiones y torturas por el fiscal en el juzgado de Instrucción Nº1 de San Sebastián. Ambos se han reafirmado en lo que declararon ante ese juez y, según han explicado, fue una detención violenta.

Se encontraron a los etarras bajando del monte a las once de la mañana cuando iban a entrar en un coche. De acuerdo con su relato de los hechos, en ese momento los identificaron y les dijeron que les enseñaran lo que llevaban en las mochilas. Cuando Portu hizo ademán de abrir la cremallera de su mochila la tiró al suelo, los guardias corrieron detrás de él, se tiraron encima con todo su aparataje (chaleco técnico con cargadores de fusil y pistola, linterna ...) y durante un minuto o minuto y medio forcejearon con él en el suelo.

Portu se resistió con codazos a la detención. Cuando los agentes consiguieron reducirlo y esposarlo lo llevaron rápidamente al cuartel de Intxaurrondo y dentro de su mochila apareció un paquete con dos pistolas y otro con munición.

La abogada de los etarras les ha preguntado si era la misma versión que declararon en su día y ambos han confirmado que sí.

De acuerdo con el escrito de acusación del fiscal de Guipúzcoa, a Portu le partieron dos costillas y a Sarasola le tiraron por un terraplén causándole lesiones. El fiscal pide cárcel para cuatro guardias civiles entre los que se encuentran los dos que han declarado hoy.

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