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Los archivos de Raúl Reyes detallan la relación de las FARC con Correa

Según el británico Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, cada uno buscó aprovecharse del otro para su beneficio

Las relaciones de las FARC con el Gobierno ecuatoriano no son recientes, según los análisis de los archivos de la computadora del abatido líder guerrillero Raúl reyes. Durante años, la guerrilla colombiana trató de aprovecharse del Ejecutivo de Quito en su búsqueda por asegurar apoyos y ganar legitimación internacional, sin resultados. Fue la llegada de Rafael Correa al panorama político ecuatoriano lo que atrajo la atención y, finalmente, provocó un acercamiento más concreto. Un análisis de los archivos del ordenador de Reyes desvelan que tanto el grupo guerrillero como el ahora presidente ecuatoriano iniciaron un contacto, que se vería interrumpido por la muerte del número dos de las FARC en un operativo de las fuerzas militares colombianas en territorio ecuatoriano el 1 de marzo de 2008.

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"A pesar de las repetidas ofertas de un mayor compromiso estratégico entre ambos, la relación entre las FARC y el Gobierno de Correa no se había consolidado al momento de la muerte de Reyes, y de hecho podría describirse como embrionaria. Cada parte buscó manipular el comportamiento del otro para su propia ventaja, pero sin mostrar el compromiso típico de una verdadera alianza estratégica", afirma el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), con sede en Londres, que publicó la semana pasada un informe después de analizar los documentos que el Gobierno colombiano asegura estaban en la computadora del guerrillero.

Según los archivos, todo comenzó cuando Correa, en agosto de 2006, atrajo la atención de Reyes debido a su drástica subida en las encuestas y el respaldo de partidos izquierdistas que supuestamente tenían lazos con las FARC. Colaboradores del candidato presidencial ?algunos de ellos miembros de las fuerzas armadas, de acuerdo a los archivos? ya habían tenido contacto con las FARC. Es ese el momento en que se acercan al grupo guerrillero en busca de respaldo económico para la campaña electoral.

"Los documentos registran que, inmediatamente antes de que Correa ganara la segunda vuelta el 26 de noviembre, hombres no identificados presumiblemente del equipo de campaña de Correa u otros afiliados con el candidato hicieron contacto con el Bloque Occidental de las FARC", dice el informe. El canal de comunicación era Jorge Brito, contribuyente de la campaña de Correa. Los correos intercambiados entre el 11 de septiembre y el 23 de noviembre entre Reyes y Brito revelan como éste último buscó financiamiento y asistencia política del grupo guerrillero. A cambio, ofreció una relación diplomática a alto nivel, neutralidad ecuatoriana en el conflicto colombiano y una presencia reducida de fuerzas militares en la frontera común.

En ese momento, según revelan los archivos, las finanzas de las FARC estaban en estado crítico. "Un dinero suministrado de inmediato por el frente 48 permitió a Reyes entregar 100.000 dólares a Brito el 13 de octubre de 2006, dos días antes de la primera vuelta electoral. Reyes también registró que 'amigos del frente 48' recolectaron unos 300.000 dólares adicionales para la campaña de Correa". Estos amigos, según dedujo el IISS de los archivos, eran los hermanos narcotraficantes Jefferson, Miguel y Edison Otaiza.

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Correa ha negado reiteradamente de que hubiese recibido dinero de las FARC -la última vez la semana pasada-, pero según el think tank británico, hay tres razones para creer que los fondos sí fueron utilizados en su beneficio: "la presencia de Brito como representante del candidato -aunque el mandatario rechaza que formaba parte de su equipo-; una auditoria realizada por la Unidad de Gasto Electoral del Tribunal Supremo de Ecuador, que reveló 'inconsistencias no explicadas' en las cuentas presentadas por el tesorero; y las evidencias directas y circunstanciales de que Correa podría haber conocido e incluso estado involucrado personalmente en la decisión de solicitar respaldo financiero de las FARC para la campaña de la segunda vuelta".

De hecho, el informe destaca la posición más favorable hacia las FARC que mostró Correa en esas tres semanas de campaña. Incluso llegó a decir que el grupo guerrillero no debería ser considerado una organización terrorista. Pero, el estudio destaca que una vez que Brito obtuvo los fondos, Correa modificó su posición, vista como perjudicial para atraer los votos necesarios para su victoria. Una vez en el poder, miembros de su Gobierno continuaron los esfuerzos tentativos, ya que Correa quería tener un papel destacado en el intercambio de rehenes, pero todo quedó en el aire tras la desaparición de Reyes.

A diferencia de Venezuela, que negociaba con varios líderes guerrilleros, según el estudio, las relaciones de Ecuador con las FARC solo se canalizaron a través de Reyes, gracias a su cercanía en la base ubicada en territorio ecuatoriano, pero no convencían al resto del Secretariado. Hoy día, dice el IISS, no hay evidencias de que esos contactos hayan continuado.

Rafael Correa durante un acto electoral para la segunda vuelta en noviembre de 2006
Rafael Correa durante un acto electoral para la segunda vuelta en noviembre de 2006GUILLERMO GRANJA (REUTERS)

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