La consagración del Primavera
Arranca la décima edición del festival musical, con una previsión de récord y una mayor profesionalización de su oferta
Sé tu mismo y sobrevivirás. Con esta máxima ha conseguido el Primavera Sound sortear el reventón de la burbuja festivalera que tantos eventos veraniegos se ha llevado por delante. Y así, en plena forma, llega a su décima edición. Las embestidas parece que son para otros, porque el Primavera prevé llegar a los 100.000 visitantes (el año pasado rondó los 75.000) durante toda su edición. Eso, sumado a la abundante presencia de marcas y decenas de tenderetes empiezan a conferir un aire inevitable a parque temático a este festival originalmente tan indie. Interpretaciones a parte, el impresionante cartel no admite discusión.
A primera hora, apertura de puertas y los primeros conciertos. Las caras del público todavía resplandecen. Veremos lo que dura. Más extranjeros que en las ediciones anteriores (que el festival se publicite en las webs musicales de medio mundo debe ayudar) y una media de edad bastante avanzada (a eso debe contribuir definitivamente que los cabezas de cartel sacaran sus primeros discos hace 20 años).
Este año el festival dura una semana entera. Es verdad que hasta hoy no comenzaban a tocar los grupos más consagrados, pero un persistente goteo de bandas emergentes ha ido sonando por parques y rincones de la ciudad de lunes a jueves. Hoy empieza a brillar una parrilla inabarcable (unas 200 actuaciones) y llena de talento actual y de los que fueron sus inspiradores.
Es el caso, por ejemplo, de Pixies, Pet Shop Boys, Pavement o Superchunck. Los dos últimos ejercen hoy de abuelos cebolleta de la primera jornada, en la que están tocando 42 grupos. De entre todos ellos, que se subirán a uno de los 10 escenarios (comisariados por diferentes personas u organizaciones), destacan los británicos, jóvenes y prolíficos The Wave Pictures, The Fall, The XX, Delorean o los sensacionales Fuck Buttons.
The Wave Pictures, bastante asiduos últimamente a los escenarios españoles, han abierto la tarde en el escenario Ray Ban, justo al lado del mar. La brisa marina empieza ya a confundirse con el viento de lluvia que va a amenazar durante todo el fin de semana el festival. Hasta ahora debe haber una media entrada de las casi 30.000 personas que se supone que cerrarán la jornada esta noche bailando en alguno de los escenarios.
Mañana el Parc del Forum vuelve a iluminarse a partir de las 17.30. Se espera con ganas a Condo Fucks (Banda paralela de Yo la tengo), Pixies, Panda Bear, Standstill, Major Lazer o el que muchos consideran el grupo del año, Beach House.
También se ha apuntado este año el festival a la moda de reservar un espacio y una jornada para los niños en el escenario de Minimúsica, donde el sábado a partir de las seis de la tarde, media docena de grupos (entre ellos, El Petit de Cal Eril, Manos de Topo y Kimya Dawson) cantarán, supuestamente, para los niños. Los padres, igual que pasa en el Sonar, serán los que lo disfrutarán. No es mala excusa en casa esa de llevar al hijo a un concierto para pegarse la fiesta.
Las abultadas cifras, los escenarios, los grupos... huele a que el Primavera ha dado el salto definitivo para su consagración. Lejos queda aquel inicio en el Poble Espanyol, pero también ha desaparecido de la escena festivalera (todavía queda mucho verano) el tufillo a enlatado, a negociete de promotor de after hours que tenían los doscientos festivales a los que todo les iba bien cuando a Paco el Pocero le iba de maravilla.
