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LA POSGUERRA DE IRAK

Washington da por terminados los combates

"Nos quedaremos lo necesario para ayudar y ni un día más", afirma Rumsfeld en Bagdad

Enric González

El presidente de EE UU, George W. Bush, anunciará hoy el fin de las operaciones militares en Irak. Lo hará en alta mar, desde la cubierta del portaaviones Abraham Lincoln. El general Tommy Franks, al mando de las fuerzas en territorio iraquí, habló ayer con Bush para informarle de que considera concluidos los combates importantes. Bush, sin embargo, no pronunciará la palabra victoria ni dará por terminada la guerra. En Bagdad, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que EE UU no se quedará en Irak "ni un día más" de lo necesario.

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El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, indicó ayer que el presidente medirá mucho sus palabras, ya que hay aún en Irak "bolsas de resistencia" y algunos aspectos esenciales de la misión encomendada al general Franks siguen sin resolver. Fleischer se refería a la localización de Sadam Husein, sus hijos y varios de sus principales colaboradores, y a la detección de las presuntas armas químicas y biológicas que constituyeron el casus belli oficialmente esgrimido por Washington y sus aliados. La prudencia en los términos también estaría relacionada con la legislación internacional. Si Bush diera por terminado el conflicto, la Convención de Ginebra le obligaría a liberar a todos los prisioneros de guerra y a cancelar la búsqueda de antiguos dirigentes del país.

El anuncio de Bush será televisado en directo y estará revestido de gran espectacularidad. El presidente tiene previsto volar hasta el Abraham Lincoln y pronunciar su discurso en cubierta, mientras el portaaviones sigue su curso rumbo a San Diego (California) después de casi 10 meses en el golfo Pérsico.

Arenga en el aeropuerto

Tres semanas después del desmoronamiento del régimen de Sadam, el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, arengó ayer a 1.000 soldados en el aeropuerto de Bagdad en una visita relámpago a la capital iraquí cargada de simbolismo. Antes había pasado por Basora, la principal ciudad del sur del país, controlada por los británicos. Su mensaje, que también transmitió a los iraquíes a través del canal de televisión que lanzan los estadounidenses, fue claro: "Nos quedaremos tanto tiempo como sea necesario para ayudar y ni un día más". Rumsfeld, sin embargo, no dio ninguna fecha concreta para la retirada militar.

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"La coalición se ha comprometido a ayudaros mientras tomáis control de vuestro propio país y lleváis a cabo la transición de la tiranía a la libertad y el autogobierno", dijo el jefe del Pentágono, que había visitado Bagdad hace dos décadas en unas circunstancias completamente diferentes. En 1983 pasó por la capital iraquí, como enviado del presidente Ronald Reagan, para entrevistarse discretamente con el principal aliado de Washington en la zona: Sadam Husein. "Hace 20 años ya estuve aquí", dijo en Basora. Documentos recientemente desclasificados por la CIA demuestran que el Gobierno estadounidense sabía que Irak usaba armas químicas en su guerra contra Irán.

Rumsfeld visita Irak en un momento en el que el proceso de formación del Gobierno provisional está siendo impulsado a marchas forzadas por el administrador estadounidense, el ex general Jay Garner. Ayer se celebró una nueva reunión entre seis partidos iraquíes para negociar la creación del Ejecutivo interino. La presencia de un miembro de la Administración de Bush intenta dar también moral a unas tropas que, en muchos casos, llevan ocho meses en la zona y que realizan labores policiales para las que dicen no sentirse preparadas. "Llegué a Kuwait en septiembre, he luchado toda la guerra en primera línea y creo que ahora me toca volver a casa, no hacer de policía", señalaba recientemente un soldado de la Tercera División de Infantería, que pidió no ser identificado, en un puesto de control en la capital.

"Todo el mundo ha contemplado impresionado vuestro trabajo", dijo Rumsfeld a sus soldados, a los que señaló que habían protagonizado acontecimientos históricos que "cambiarán la historia de este país y seguramente de toda la región". "Habéis venido no para conquistar, ni para ocupar, sino para liberar, y el pueblo iraquí lo sabe", dijo el secretario de Defensa a las tropas concentradas en el aeropuerto y, de paso, a los ciudadanos iraquíes, a los que había dicho a través de la televisión estadounidense cuya señal se emite sobre el país: "Dejadme ser claro: Irak os pertenece. No tenemos la intención de gobernarlo".

"Nuestro objetivo es un Gobierno iraquí libre, basado en la libertad política, la libertad individual y el respeto de la ley", agregó en su arenga, antes de reconocer que todavía quedaba "mucho trabajo por hacer". Rumsfeld señaló que hay que "buscar a los antiguos dirigentes iraquíes" y acabar con las redes terroristas que todavía operan en el país.

Sin anuncio previo

Dentro de una gira de una semana por Oriente Próximo, Rumsfeld visitó Bagdad sin anuncio previo, escoltado por un nutrido grupo de fuerzas especiales que ejercían como guardaespaldas. Llegó a la capital en un avión MC-130, utilizado normalmente para misiones de combate y reconocimiento.

Cuarenta días después del principio de la guerra, Irak sigue sin Gobierno ni Estado y, lo que es mucho más grave, sin salarios ni seguridad. En la capital, por lo menos, las tropas de EE UU aportan cierta calma, pero su presencia no será tolerada eternamente. La visita de Rumsfeld pasó prácticamente desapercibida en las calles de Bagdad, donde no se notaron especiales medidas de seguridad., aunque los vuelos de helicópteros fueron más frecuentes de lo habitual.

El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld (derecha), conversa con el general británico Graham Binns (izquierda) ayer en Basora.
El secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld (derecha), conversa con el general británico Graham Binns (izquierda) ayer en Basora.ASSOCIATED PRESS

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