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VIOLENCIA EN IRAK

Kerry ataca a Bush por la "catástrofe" de Irak al superarse los mil soldados muertos

El vicepresidente Cheney asegura que si gana el candidato demócrata habrá otro atentado

Los candidatos a las elecciones presidenciales se arrojan Irak y la lucha contra el terrorismo a la cabeza al tiempo que se cruza la barrera de los mil soldados muertos. El demócrata John Kerry dice que de todos los errores de la Casa Blanca, "el más catastrófico" ha sido el lío que ha causado en Irak. El presidente Bush le acusa de utilizar el lenguaje antiguerra que hace un año enarbolaba Howard Dean. Por su parte, el vicepresidente Dick Cheney ha cruzado una peligrosa línea al asegurar que si "en noviembre se elige mal, se corre el peligro de que nos ataquen de nuevo".

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Las reacciones después de que se superara la cifra de los 1.000 muertos y casi 7.000 heridos fueron previsibles. Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, dijo que "la pérdida de cada una de estas vidas es importante". Siguiendo las pautas ya establecidas, la Casa Blanca, a través de su portavoz, Scott McClellan, vinculó la guerra con el 11-S: "Estamos de luto y recordamos la memoria de todos los que se han sacrificado defendiendo la libertad, y también recordamos a los que perdieron sus vidas el 11 de septiembre". En cuanto a la opinión pública, el 58% de los estadounidenses afirman -según el último sondeo Gallup- que las muertes son una tragedia, pero que eso no significa que se deba cambiar de política en Irak. Sólo para el 37% el hecho de superar las 1.000 bajas implica que EE UU tendría que intensificar los preparativos de retirada de las tropas.

Para John Kerry, la cifra se trató de "un hito trágico", aunque afirmó que los soldados "dieron sus vidas en defensa de su país, de la libertad y en la guerra contra el terrorismo". El demócrata lleva varios días cargando muy fuerte contra Bush a causa de la guerra, pero ayer elevó el diapasón y dijo que la guerra fue "una decisión catastrófica que nos ha costado 200.000 millones por haber ido solos, y que estamos pagando además en un coste de vidas de jóvenes norteamericanos todavía más insoportable". "La realidad", añadió en Cincinnati, es que las decisiones presidenciales han llevado a "más violencia, más extremismo, puertas abiertas para los terroristas que antes no había. Yo no hubiera tomado las decisiones equivocadas que ahora nos obligan a pagar casi todo el coste de la guerra, 200.000 millones de dólares que no estamos invirtiendo en educación, en salud, en empleos".

La ofensiva de Kerry responde a las presiones de los que le pedían más agresividad, pero corre el riesgo de que Irak sea un territorio tan resbaladizo como lo ha sido Vietnam. El senador demócrata votó a favor de conceder a Bush poderes especiales para ir a la guerra y votó en contra de la financiación extraordinaria del despliegue. Y aunque ahora diga -con razón, cuando critica las promesas rotas, la diplomacia ausente, las imprevisiones, los graves errores- que el Gobierno hizo casi todo mal y que él lo habría hecho mejor, esa ausencia de alternativas tiene poco gancho. Además, en agosto se le fue el santo al cielo y declaró que incluso sabiendo lo que ahora se sabe sobre la inexistencia de armas de destrucción masiva en Irak, "habría votado a favor de los poderes especiales".

Para qué quería más Bush, que desde entonces no deja de hurgar en la llaga de las contradicciones del demócrata. El presidente, además, le acusó en Misuri de apropiarse del lenguaje antiguerra que Howard Dean utilizó en las primarias: "Kerry se levantó ayer con una nueva posición sobre Irak, y esta vez ni siquiera es suya, es de su antiguo rival, Howard Dean. Incluso utiliza las mismas palabras que usó Dean cuando, supuestamente, estaba en desacuerdo con él. El senador Kerry cambia demasiado de opinión. Hicimos bien al quitar del poder a Sadam Husein para que EE UU estuviera más seguro".

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El candidato demócrata John Kerry saluda a sus seguidores tras intervenir en un mitin electoral en Cincinati (Ohio).
El candidato demócrata John Kerry saluda a sus seguidores tras intervenir en un mitin electoral en Cincinati (Ohio).ASSOCIATED PRESS

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