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Los planes del gigante asiático

Pekín aumenta un 14,7% el presupuesto militar de 2006

Pekín incrementará un 14,7% el presupuesto militar este año, hasta 283.800 millones de yuanes (29.400 millones de euros), según ha hecho público el Gobierno en el marco de la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN), que comenzó ayer. El aumento está destinado, principalmente, a mejorar los salarios y costear el incremento de los precios del combustible, según dijo Jiang Enzhu, portavoz del Parlamento, el pasado sábado. "Quiero remarcar que China es un país amante de la paz, que no tiene el deseo ni la capacidad para ampliar considerablemente su armamento militar", señaló Jiang.

El presupuesto es "aún relativamente bajo" si se compara con el de otros países como Estados Unidos, que gastó 401.700 millones de dólares (333.471 millones de euros) en 2005, según Jiang. Sin embargo, los expertos occidentales consideran que la cifra real china es muy superior a la anunciada, ya que no incluye las compras de armamento.

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Según un informe del Pentágono estadounidense de julio del año pasado, el gasto militar del país asiático es de dos a tres veces el publicado por el Gobierno chino, lo que equivaldría a entre 60.000 y 90.000 millones de dólares. China ha incrementado su arsenal en los últimos años con nuevos submarinos, cazas y otras armas avanzadas, con las que respaldar sus amenazas a Taiwan, llamada la provincia rebelde. Pekín considera la isla parte irrenunciable de su territorio y ha advertido que podría atacarla si declara la independencia.

Fuerte seguridad

Mientras tanto, el Gobierno ha reforzado las medidas de seguridad para evitar posibles protestas de alguno de los muchos ciudadanos que suelen llegar a Pekín en estas fechas procedentes de todo el país para intentar trasladar sus quejas a los parlamentarios. Las autoridades han movilizado a más de 12.000 policías y un total de 620.000 guardas y vigilantes -muchos de ellos, jubilados-, que están por toda la capital, identificados con un brazalete rojo.

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Decenas de disidentes y activistas, incluso de la lucha contra el sida, han sido detenidos en los días previos al inicio de la asamblea o están sometidos a vigilancia. Cientos de policías y militares, de uniforme y de paisano, peinaban ayer los alrededores de la plaza de Tiananmen, en cuya ala oeste se encuentra el Gran Palacio del Pueblo, sede de la Asamblea Popular Nacional. Según ha asegurado la prensa local, los coches con matrícula que no sea de Pekín necesitarán una autorización especial para poder entrar en la ciudad durante estos días.

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