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Crisis financiera mundial | La política monetaria

El BCE dosifica la rebaja de tipos mientras Europa entra en recesión

Trichet recorta sólo medio punto el precio del dinero, al 3,25%, para dar "imagen de calma" - El banco no descarta más reducciones

Mientras los negros presagios sobre la economía se agolpan y Europa se sumerge en una dura recesión, el Banco Central Europeo (BCE) sigue con la vista puesta en la inflación y prefiere dosificar la rebaja del precio del dinero. El consejo de la entidad redujo ayer medio punto los tipos de interés oficiales, hasta el 3,25%, el mínimo recorte que esperaban los analistas. El BCE debatió acometer una rebaja más agresiva, que hubiera servido para dar aire a una economía que se ahoga, pero finalmente optó, una vez más, por una prudencia que decepcionó a los mercados.

En una entrevista posterior al consejo, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, justificó su postura en que la entidad debe "transmitir imagen de calma" y no parecer "agitada" al fijar los tipos. Tras la agresiva bajada de 1,5 puntos adoptada por el Banco de Inglaterra tan sólo 45 minutos antes de que el BCE hiciera pública su decisión, las Bolsas apostaban porque Trichet se decidiera por una rebaja mayor al medio punto que al final anunció.

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El miedo a una recesión en todo el continente llevó al presidente del BCE a sugerir que podría volver a bajar los tipos en la reunión de diciembre. La reducción del precio del dinero abarata los créditos y así alienta el consumo privado y las inversiones. En una salida calculada de su reserva habitual, Trichet reconoció en la rueda de prensa que algunas voces de la reunión pidieron un recorte del 0,75%.

La mayoría de analistas y exégetas de los discursos de la máxima autoridad monetaria europea cree casi seguro que los tipos volverán a bajar en diciembre. En una entrevista a la agencia Reuters, Trichet renunció ayer a "anticipar" el paso que dará en el primer jueves de diciembre. Más optimista se mostró el francés respecto a la inflación. Apuntó que caerá en 2009 a niveles considerados "estables" por los economistas del banco. Es decir, por debajo del 2%.

Esta evolución, en buena parte debida a la caída del petróleo y otras materias primas, ofrece al BCE un nuevo margen de maniobra. Sin embargo, la rueda de prensa mensual de Trichet no sería lo mismo sin su advertencia a "las autoridades públicas, los agentes que fijan los precios y los agentes sociales" a que "cumplan con sus responsabilidades" en la lucha contra la inflación. Los riesgos, dijo, "no han desaparecido del todo".

El resto es peor. Trichet pintó las perspectivas en gris oscuro. "La agudización y extensión de la crisis financiera afectará con toda probabilidad a la demanda en el mundo entero y en la eurozona". Trichet presentará en diciembre sus nuevas previsiones económicas. En cuanto a los mercados financieros, el BCE cree que "la incertidumbre es extraordinaria". Para el futuro, espera que de estos mercados surjan "grandes retos" que habrá que superar.

Apeló Trichet a los bancos para que "tengan en cuenta las medidas de apoyo con las que los Gobiernos se enfrentan a la crisis financiera", y mostró su confianza en que "combinadas con la bajada del crudo y otras materias primas, contribuyan a restituir la confianza" en los mercados. El propio sector bancario deberá "contribuir con su propio esfuerzo" a que regrese la confianza.

Tras la decisión de Trichet, el precio del dinero en Europa es tan bajo como hace dos años, pero sigue muy por encima del 1% de EE UU y, ahora, también del 3% del Reino Unido.

La bajada oficializada ayer, que estaba cantada después de que el propio Trichet la adelantara hace una semana en Madrid, supone una de las pocas buenas noticias que han recibido últimamente los millones de familias y empresas que cargan con deudas ligadas a la evolución del Euríbor. En un momento negro para el empleo y el consumo interior, el pago de los intereses se ha disparado por un índice que el pasado mes de junio alcanzó el máximo de sus 10 años de vida.

Tras 20 días de caídas consecutivas, el discurso que llega de Francfort da fuerza para que el índice hipotecario continúe cayendo. Se reducirá así la anormalidad que supone la enorme diferencia entre los tipos oficiales -desde ayer en el 3,25%- y el Euríbor, que ahora está en el 4,7%.

Hay que remontarse hasta el año 2000 para encontrar tantos días consecutivos de caídas. Pero este goteo diario no se va a traducir en un ahorro inmediato para las familias. Si no hay grandes sorpresas, habrá que esperar hasta el próximo mes de diciembre para que las familias que renueven su hipoteca se encuentren con cuotas mensuales más bajas.

Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales, vaticina que el Euríbor se situará en torno al 4,4% en la primera mitad de 2008; y que caerá por debajo del 4% en la segunda parte del año. La relativa vuelta a la normalidad del mercado interbancario está empujando a las entidades financieras a fiarse un poco más las unas de las otras. De creer a los analistas, dentro de unos meses sonarán muy lejanos los días del mes pasado en los que el Euríbor superó el 5,5%.

Retransmisión en la Bolsa de Francfort de una rueda de prensa de Jean-Claude Trichet.
Retransmisión en la Bolsa de Francfort de una rueda de prensa de Jean-Claude Trichet.AP

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