Cinco horas encerrados en el tren
El temporal convirtió ayer el viaje de Isaura Font, que pretendía ir de Móra la Nova (Tarragona) a Barcelona, en un absurdo de ocho horas. La nevada hizo que un árbol cayera sobre las vías y las bloqueara, convirtiendo el viaje en una prolongada estancia en el interior del tren. El mismo percance sufrieron otros 32 viajeros del tren, que se quedó horas parado en la estación de Falset (Tarragona). "Me vuelvo", bromeó Isaura Font, de 21 años, a media tarde, cuando se disponía a regresar en coche a su punto de partida. "A Barcelona ya no llego".
El tren que debía partir a las 6.50 salió con una hora de retraso porque un mercancías se había quedado bloqueado en la vía. 20 kilómetros después, varios árboles caídos sobre la catenaria impedían su avance. También el retroceso. "Vimos como un relámpago sobre nuestras cabezas y supimos que había ocurrido algo gordo", explicaba Josep Mádico, bancario, de 54 años, que ayer no pudo llegar a su oficina.
Los bomberos tardaron dos horas en ganar la estación, incomunicada por la nieve. El chispazo averió la máquina y parte del tren quedó sin electricidad ni calefacción. Los pasajeros de desplazaron hasta la parte caldeada. "¡Venían con una cara de frío!", recordó Isaura. Pudieron abandonar el convoy sobre las 13.30, para ir a un restaurante cercano, también sin electricidad por el temporal. Les sirvieron bocadillos y tapas frías y optaron por rregresar a Móra la Nova. Ocho horas después.
El temporal produjo otros desastres: 16.000 niños se quedaron sin colegio por falta de transporte escolar, ya que hasta 90 carreteras sufrieron problemas por nieve o hielo. El paso fronterizo de la AP-7 con Francia se reabrió por la mañana y en La Granadella (Lleida) se desplomó el techo de una casa, hiriendo de gravedad a su ocupante, un hombre de 89 años. En Les Borges Blanques (Lleida), un todoterreno de los Mossos d'Esquadra tuvo que llevar a una mujer (esposa de un agente) al hospital: estaba de parto y la ambulancia patinaba sobre el hielo. Lo mismo pasó en Capçanes (Tarragona), pero en esta ocasión el rescate tardó cuatro horas en llegar.
