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Sogecable reclama los derechos del fútbol ante la insolvencia de Mediapro

La señal televisiva está en manos de una empresa en concurso de acreedores

Rosario G. Gómez

Acostumbrado a afrontar fichajes millonarios como los de Cristiano Ronaldo, Kaká o Ibrahimovic, el fútbol español está más preocupado que nunca: la empresa que gestiona los derechos audiovisuales de la Liga es insolvente. La solicitud de concurso de acreedores por parte de Mediapro ha generado preocupación en los clubes, que tienen pendientes de cobro 300 millones de euros de aquí a fin de año.

Ningún club, ni siquiera los grandes de la Liga, como el Madrid y el Barça, saben a ciencia cierta si cobrarán. Tras la declaración del concurso de acreedores (la antigua suspensión de pagos), todas las actuaciones de Mediapro están sujetas desde el pasado día 22 a lo que determinen los dos administradores concursales designados por el juez: el letrado Ignacio Marroquín y el representante de la auditora Ernst & Young Llorenç López Carrascosa.

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A ellos se dirigirá Sogecable (integrada en PRISA, grupo editor de EL PAÍS) esta semana para reclamarle los derechos audiovisuales del fútbol que, por sentencia judicial, son de Audiovisual Sport (AVS, participada al 80% por Sogecable y al 20% por la televisión pública de Cataluña). De momento, estos derechos están en manos de Mediapro, una empresa intervenida que no puede disponer de su patrimonio.

Pero la justicia ha dicho que los derechos televisivos de todos los clubes de Primera y Segunda División son de AVS. El juzgado de Primera Instancia número 36 de Madrid condenó en marzo de este año a Mediapro a devolvérselos y a pagarle una indemnización de 105 millones de euros por incumplir el contrato de 2006 que establecía el modelo para la explotación del fútbol.

Sogecable reclamará los derechos formalmente ante el Juzgado de lo Mercantil número 7 de Barcelona, que se ocupa del concurso de acreedores de Mediapro. Al tiempo, la filial audiovisual de PRISA ha declarado públicamente que asumirá los compromisos de pago adquiridos para poder disponer de la señal de los partidos de la próxima temporada. De hecho, tiene de plazo hasta el 30 de junio para pagar unos 90 millones.

"Sogecable va a pagar por el fútbol", insisten sus directivos, que han exigido garantías para que la factura que abone vaya a parar a los clubes de fútbol y no a las arcas de una compañía (Mediapro) insolvente y en suspensión de pagos. De ahí que, con independencia de que los derechos los explote AVS o Mediapro, la compañía de PRISA mantiene que su plataforma de pago ofrecerá los partidos de Liga de la campaña 2010-2011. "Digital + y Canal + van a dar el fútbol porque lo van a pagar, sea quien sea el dueño de los derechos", subraya. De momento, los administradores judiciales han remitido un escrito a Sogecable reclamándole el pago del anticipo por la cesión de las imágenes de la temporada que viene. De lo contrario, advierten, podrían negarle la señal de los partidos.

La Liga española es la mejor del mundo gracias a la televisión. Los operadores -públicos o privados, en abierto o de pago- aportan centenares de millones de euros cada temporada para alimentar el campeonato con más estrellas. El modelo de explotación del fútbol, que durante años ha funcionado perfectamente engrasado, ha atravesado también por etapas convulsas. La llamada guerra del fútbol, que enfrentó a Sogecable y Mediapro, se cerró judicialmente el pasado 15 de marzo, cuando el juzgado de Primera Instancia número 36 de Madrid condenó a Mediapro (el fallo está recurrido en la Audiencia Provincial). Esta guerra, que se arrastra con altibajos desde 2006, se ha desarrollado ante el silencio del Gobierno.

La titular del juzgado 36 ordenó esta semana la ejecución de la sentencia, pero Mediapro hizo un quiebro al solicitar, a su vez, concurso de acreedores. Informaba de su estado de "insolvencia inminente", una circunstancia que ha causado gran inquietud en la Liga. El hecho de que la empresa propietaria de los derechos televisivos sea insolvente ha obligado a más de un club a replantearse su política de fichajes.

Según el escrito remitido al juzgado de lo Mercantil, Mediapro se encuentra en situación de insolvencia y no puede hacer frente a los 105 millones de euros que, por sentencia, debía pagar a Sogecable (más 31 millones para atender los gastos del proceso). Jaume Roures, principal directivo de Mediapro, ha calificado esta actuación de "movimiento defensivo" ante las peticiones dinerarias de Sogecable y ha negado que tuviera impacto sobre la compañía u obedeciera a un problema de liquidez.

Pero los jueces no lo ven así. La titular del juzgado 36 ordenó el embargo de las cuentas corrientes de Mediapro, sus derechos de crédito y sus participaciones accionariales en entidades como Gol TV o La Sexta, cadena en la que participan la productora Globomedia, Torreal -el grupo inversor del empresario Juan Abelló-, la multinacional de origen británico WPP o la mexicana Televisa. Los principales directivos de La Sexta son, además, personas próximas al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Posteriormente, el mismo juzgado decretó la suspensión de la ejecución de la sentencia al estar todo el proceso en manos del juzgado de lo Mercantil, que es el órgano que resolverá acerca de los más de 800 acreedores que, según la documentación presentada en el momento de solicitar la suspensión de pagos, confesó Mediapro.

Con esta resolución en la mano, la compañía que capitanea Roures entiende que los contratos con los clubes siguen siendo suyos y que "queda suspendido el pago de cualquier cantidad que, por causas del pleito tuviera que pagar Mediapro a Sogecable" (los famosos 105 millones). Además de declararse dueña de los derechos, advierte de que Digital + no tendrá las imágenes de la Liga si no paga.

Sogecable, sin embargo, hace otra interpretación del decreto que deja en suspenso la ejecución de la sentencia: "Es un proceso normal. La parte dineraria pasa a ser reclamada como cualquier otro acreedor. Y para solventar la parte de los derechos habrá que dirigirse a los administradores judiciales".

Lo que el fútbol tiene claro es que sin el dinero de la televisión no puede sobrevivir. Y solo un modelo de explotación pacífica de los derechos puede garantizarle los ingresos suficientes para que las estrellas salten a sus estadios. Ahí está el recuerdo de la temporada 2007-2008. El modelo voló por los aires cuando Mediapro denegó sistemáticamente la señal a Digital + y La Sexta llegó a emitir en una sola jornada hasta cinco partidos en abierto.

Sobre los máximos directivos de Mediapro -Jaume Roures y Josep Maria Benet- Digital + interpuso en 2007 una querella por un presunto delito contra la propiedad intelectual por ofrecer partidos de la Liga española a televisiones extranjeras sin tener los derechos.

Un cámara de Canal + sigue un partido de fútbol en el campo del Athletic de Bilbao.
Un cámara de Canal + sigue un partido de fútbol en el campo del Athletic de Bilbao.TXETXU BERRUEZO

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