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Bruselas mejora la previsión para la zona euro, pero España sigue rezagada

La recuperación avanza más deprisa, con Alemania en cabeza, aunque sigue siendo débil - La economía española sufrirá un bache en el tercer trimestre

La brecha entre los países que llevan la delantera en la recuperación económica y los rezagados se amplía. Bruselas dio a conocer ayer las nuevas estimaciones para 2010 que sitúan a Alemania y Polonia en claro despegue, le siguen a distancia Francia, Reino Unido e Italia y, muy rezagada, España. Si Alemania crecerá este año un 3,4%, frente al 1,2% estimado antes, España apenas mejora una décima y se mantiene en negativo. Incluso, tendrá una recaída en el tercer trimestre.

Este es el cuadro que presentó ayer la Comisión Europea, en las llamadas previsiones intermedias, que mejoran y mucho las realizadas el pasado mayo. El conjunto de la zona euro crecerá casi el doble (hasta el 1,7%) y el total de la UE se supera ocho décimas (hasta el 1,8%). No son datos, en cualquier caso, para tirar cohetes. "La recuperación económica de la UE avanza más deprisa de lo esperado, pero sigue siendo frágil", dice Olli Rehn, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios. "No hay motivos para cantar victoria", añadió. Aun así, Bruselas no espera una recaída en la recesión.

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España eludirá también otra recesión, pero la bordeará. Según la Comisión, el PIB español se contraerá una décima en el trimestre veraniego, aún sin cerrar. "El incremento del IVA que entró en vigor el pasado 1 de julio incitó a un adelantamiento de los planes de consumo, lo que parece explicar el deterioro observado en las ventas minoristas durante el tercer trimestre", explicó el comisario. Si a ese factor se le añade el desplome en las ventas de turismos, afectadas por la desaparición de los incentivos a la compra, la proyección es que "el consumo privado caerá en la segunda mitad del año".

La inversión seguirá a la defensiva en España, según la Comisión. Como continuará el reajuste en el sector inmobiliario y la inversión pública va a frenarse en esta segunda mitad del año, "debe esperarse una caída temporal del PIB en el tercer trimestre, aunque volverá a crecer en el cuarto".

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios eludió responder a la pregunta de si el hecho de que España sea la única de las economías grandes que cerrará el año en números rojos requiere nuevas medidas de choque. Rehn evoca el "modelo económico insostenible apoyado en la burbuja inmobiliaria" y dice apoyar los "importantes esfuerzos" del Gobierno español para "intensificar la consolidación fiscal y realizar reformas estructurales serias, incluidas la de las pensiones y la reforma laboral".

Al parecer es suficiente por ahora. El comisario dice estar seguro de que la combinación de ambas (consolidación y reforma) "ayudará a España a reforzar su competitividad a medio plazo, las bases de un crecimiento sostenible y la creación de empleo".

La atonía española se produce en un contexto de vuelta al dinamismo de las principales economías europeas, con Alemania desbocada. El PIB germano del 4,7% negativo en 2009 pasará a ser del 3,4% positivo en 2010. Polonia también tendrá ese porcentaje, aunque cerró 2009 con un 1,7% positivo. Las restantes economías han pasado del terreno negativo al positivo, con la holandesa de forma más decidida (1,9%). Incluso la cuestionada Italia crecerá en 2010 el 1,1%.

La evolución de las siete economías analizadas, que suponen el 80% del PIB comunitario, se resume en un crecimiento previsible del 1,8% para los Veintisiete y del 1,7% para los Dieciséis de la moneda única. Rehn alertaba ayer de que no hay que dejarse deslumbrar por la aparentemente favorable coyuntura. "La recuperación sigue adelante, pero va a perder fuerza en la segunda mitad del año", apuntó. "Hay que seguir estando vigilantes".

Pese a la mejora de las previsiones, Bruselas no quiso dejar ayer pasar la ocasión para recordar los riesgos, aunque estos parecen "equilibrados", dice el documento distribuido ayer. En el lado positivo, el reequilibrio del crecimiento del PIB hacia la demanda interna y el efecto arrastre que el empuje de Alemania tiene sobre el resto de Estados miembros, "mayor" de lo previsto hasta ahora. En el lado negativo, no se descarta una demanda exterior más débil de lo previsto y "nuevas tensiones en los mercados financieros". La segunda amenaza es que las medidas de ajuste presupuestario que han tenido que llevar a cabo los países "podría tener mayores repercusiones de lo esperado en la demanda interna de los países afectados", reza la Comisión.

Los datos de la OCDE también avalan ese cierto escepticismo en el ritmo de la recuperación. El índice compuesto de indicadores líderes para los países más avanzados alcanzó en julio los 103,1 enteros, una décima menos que en mayo, lo que muestra "signos más claros de moderación" en el ritmo de crecimiento de las principales economías mundiales.

El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, durante la rueda de prensa, ayer en Bruselas.
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, durante la rueda de prensa, ayer en Bruselas.AFP

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