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Fabra descarta la prórroga y hará unos presupuestos muy austeros

Alarte pide que las cuentas sean reales y no se alteren tras el 20-N

El presidente del Consell, Alberto Fabra, anunció ayer en las Cortes que presentará unos presupuestos para 2012 "austeros y realistas" pero en los que no subirá los impuestos para incrementar la recaudación.

Con esta decisión, Fabra -que adelantó que el próximo día 28 el Consell aprobará el proyecto de ley de Presupuestos de 2012- descarta la posibilidad de prorrogar las cuentas actuales. En las últimas semanas, el Ejecutivo que preside Alberto Fabra y otros Gobiernos autonómicos del PP habían especulado con la posibilidad de prorrogar sus cuentas con el argumento de que no conocen los ingresos procedentes del Estado de los que dispondrán las comunidades autónomas y los Ayuntamientos.

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El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha renunciado a elaborar las cuentas estatales de 2012, al entender que debe realizarlas el Ejecutivo que salga elegido de las próximas elecciones generales. Decisión que no ha impedido al Ministerio de Economía remitir a las comunidades autónomas las previsiones de ingresos y los cuadros macroeconómicos para 2012. Documento que el PP considera insuficiente porque no incluye la actualización de las previsiones realizadas tras los envites financieros de los últimos meses.

"Vamos a aprobar los presupuestos [de 2012] a pesar del Gobierno central, que no ha dicho los ingresos que tendrán las comunidades autónomas y los Ayuntamientos", afirmó Fabra.

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El portavoz del Grupo Socialista, Jorge Alarte, instó al jefe del Consell a presentar unas cuentas reales que no se enmienden hasta la saciedad tras el 20-N para proponer recortes y más recortes.Alarte reclamó al jefe del Consell que haga unos presupuestos reales, que no se "enmienden hasta la saciedad" a partir del 21 de noviembre cuando ya se hayan celebrado las elecciones generales, y que aumenten la presión tributaria sobre las clases más altas para evitar los recortes en políticas sociales.

Y Fabra replicó que el Consell se ha puesto "en lo peor" a la hora de elaborar las cuentas de 2012, pero responsabilizó al Gobierno socialista de la mala situación financiera de la Generalitat. El jefe del Consell achacó el elevado endeudamiento autonómico al maltrato financiero del Gobierno y justificó la deuda en la realización de hospitales, escuelas, carreteras y otras infraestructuras necesarias como el nuevo hospital La Fe. Una instalación que Fabra se jactó de haber inaugurado el día anterior, lo que provocó los aplausos de la bancada popular y las risas en la oposición. Tanto que la socialista Cristina Moreno señaló que el nuevo hospital ya ha sido inaugurado tres veces.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, instó al jefe del Consell a acabar con la "incapacidad y la inercia" que han permitido el despilfarro y el saqueo de las arcas públicas y le pidió que no gaste el dinero en cosas innecesarias. Extremo que Fabra tachó de falsedad.

Más conciliador se mostró el presidente con la portavoz de Esquerra Unida, Marga Sanz, que inquirió sobre la viabilidad de los grandes proyectos urbanísticos y su coherencia con el cambio de modelo económico anunciado por el Consell. Fabra insistió en invitar a EU a participar del debate porque es el momento del acuerdo, pero reconoció que el acuerdo no es posible en todo y defendió la gestión realizada por su partido.

En el pleno de ayer, las Cortes aprobaron también por unanimidad crear una comisión de investigación sobre la gestión realizada en la CAM, a instancias de una proposición de Esquerra Unida.

Sin embargo, en el debate, populares y oposición demostraron que tienen planteamientos muy distintos sobre la misma. Mientras que los partidos de izquierda quieren esclarecer la responsabilidad del Instituto Valenciano de Finanzas, que tiene la competencia de supervisión de las cajas, los populares insisten en poner el foco sobre la actuación del Banco de España, que inspeccionó la CAM durante varios años sin dar cuenta de la situación.

Durante el pleno, los populares convalidaron el decreto ley de reestructuración del sector público valenciano, que contó con el voto en contra de los socialistas y la abstención de Compromís y EU.

El portavoz socialista de Economía, Francisco Toledo, justificó el voto contrario de su grupo porque el decreto es insuficiente y "lo que no se recorte aquí habrá que recortarlo en prestaciones sociales". Compromís y EU lamentaron que el decreto no se tramite como proyecto de ley.

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