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Reportaje:

La casi perfecta cita navideña de los Windsor

La familia real británica celebra las fiestas entre el fervor popular pero con el duque de Edimburgo ingresado

La reina Isabel ha hablado en su discurso navideño de la importancia de la familia. Ella sabe bien lo difícil que es mantener unida a la prole y este año ha querido celebrar que en 2011, y tras mucho tiempo renqueando, los suyos gozan -casi todos- de salud y prestigio en Reino Unido. Tras la hospitalización de su marido el pasado viernes, sus hijos y nietos han escenificando la coreografía del perfecto clan familiar que en el pasado no supieron ser.

Aún convaleciente de la operación de pecho a la que fue sometido de urgencia el viernes, el príncipe Felipe de Edimburgo ha tenido que ausentarse de los eventos navideños de la monarquía británica. No asistió el 26 al tradicional día de caza en su finca de Sandringham, donde los Windsor pasan estas fechas. Tampoco se le pudo ver el 25 en la misa anual de la iglesia de Santa María Magdalena de la misma localidad. Sin embargo, la reina ha logrado congregar este año a 27 familiares, la mayor comitiva que se ha visto en la historia del acto, según la prensa británica. Estaban el príncipe Carlos, su esposa, Camila, la propia reina y todos sus nietos. Los protagonistas indiscutibles fueron dos consortes: la duquesa Catalina, esposa de Guillermo, y Mike Tindall, marido de Zara Phillips, que asistieron por primera vez a la misa.

La reina Isabel II ha reunido a 27 familiares en la misa de navidad
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Esa misma tarde, la reina les daría la bienvenida en la familia durante su discurso navideño con estas palabras: "Este año el príncipe Felipe y yo hemos vivido en primera persona la importancia de la familia con el matrimonio de dos de nuestros nietos. Cada una de las parejas han celebrado el amor que les ha convertido en una familia".

Isabel II tiene mucho que agradecer a los recién llegados, en especial a Catalina, cuya unión con el príncipe Guillermo ha dado a los Windsor la máxima popularidad de la que han gozado en los últimos años. Gracias a ella, más de 3.000 personas esperaban el día de Navidad en la puerta de la iglesia, el doble que en la misa de 2010. El reverendo que ofició la misa tuvo unas palabras de ánimo para el gran ausente: "Rezamos hoy especialmente por el príncipe Felipe y su continua recuperación". Tras el oficio, y siguiendo con la escenificación de esta nueva unión familiar, seis de los nietos del duque -Guillermo y Enrique de Inglaterra, Beatriz y Eugenia de York y Peter y Zara Phillips- fueron a ver a su abuelo al hospital, donde pasaron 45 minutos.

Ayer el duque de Edimburgo, de 90 años, seguía ingresado tras pasar tres noches en un hospital de Cambridge. Un portavoz de la casa real afirmó que Felipe permanecerá en observación un "corto periodo", sin especificar cuándo obtendrá el alta.

En primer término, Enrique y Eugenia. Y (detrás) Guillermo y Zara Phillips, a su llegada al hospital.
En primer término, Enrique y Eugenia. Y (detrás) Guillermo y Zara Phillips, a su llegada al hospital.REUTERS

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