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ETA mata a un policía en Francia

La izquierda 'abertzale' elude condenar el asesinato

El 'lehendakari' le exige que "escoja ya" entre criticar a la banda o ser desterrada del debate público

El presidente del Gobierno vasco, Patxi López, ha hecho un llamamiento claro y rotundo al entorno social y político de la organización terrorista ETA, la conocida como izquierda abertzale, exigiéndole una condena sin ambages ni alambiques al asesinato de un agente de la Gendarmería francesa cometido anoche presuntamente por un grupo de etarras.

El lehendakari ha comparecido ante la prensa para transmitir sus condolencias y solidaridad a las autoridades francesas. "Cualquier persona asesinada por ETA es una de las nuestras", un "defensor de la libertad de los vascos", ha explicado, y "los asesinos" lo son "tanto aquí como en Francia".

Pero más allá del lamento (sentido, obligado, poético) por este asesinato, López ha querido poner el énfasis de su declaración institucional (no ha admitido preguntas de los periodistas) en la postura que debe asumir la izquierda radical.

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"Estaréis fuera de la democracia y de la política" si no condenáis el atentado, les ha dicho: "Tenéis que escoger, y escoger ya". "No se pueden usar malabarismos del lenguaje" para evitar la condena, una obligación para todos los demócratas, ha asegurado.

Esta exigencia perentoria indica a las claras lo crucial que resulta este momento para el futuro de Euskadi y, por extensión, del país. La izquierda radical ha hecho públicas recientemente las conclusiones de lo que ha venido a llamar un periodo de reflexión. Tanto en sus declaraciones públicas como en sus contactos con la prensa, ha querido desmarcarse de la violencia etarra, pero sin llegar nunca a condenarla.

Atrapada entre la sombra sangrienta de las armas y la irrelevancia a la que la condena su destierro de la política, ha tratado de hacer equilibrios, "malabarismos", que diría López. Ahora, enfrentada en la descarnada realidad del asesinato, deberá retratarse.

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha vuelto a enfatizar este mensaje: "Quien no condena los atentados no puede pedir votos. Muertos o votos". Pero no hay muchos motivos para el optimismo.

El secretario general de ELA, Adolfo Muñoz, ha evitado condenar el asesinato, remitiéndose a las conclusiones del citado debate interno. En su opinión, éstas son "incompatibles con cualquier otra cosa" que no sean las vías democráticas.

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