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Años de agravios

Dirigentes del PP, CiU y empresarios han recurrido durante años al insulto a los andaluces

El insulto o el menosprecio de lo andaluz se han repetido durante años y no sólo entre representantes políticos, aunque éstos han sido los que más han recurrido a expresiones e ideas que han generado un rechazo unánime en Andalucía. Esta es una lista de agravios de hace más de cinco años:

La última salida de tono fue en agosto, cuando la ahora ministra de Asuntos Exteriores pugnaba por el primer puesto de la lista del PSOE a la Asamblea de Madrid. Juan Soler, portavoz adjunto del PP regional escribió: "Es floja, le falta cuajo y su acento la hace más apta para Dos Hermanas o Vélez-Málaga".

El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, reabrió un recurrente fuego contra el empleo rural, conocido como PER, aunque este ya no se denomina así, tan solo dos meses antes. "Se está fomentando la vagancia. Hay que revisar el PER y ponerles a labores de arreglo de los bosques. O sea, incentivos para salir del paro. Si lo extremamos, vamos a la reservas indias, donde solo habrá apaches con tabaco y alcohol".

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Este argumento ya había sido explotado por el portavoz de CiU (Convergència i Unió) en el Congreso, Josep Antoni Duran (UDC), fue uno de los más recientes. En mayo se refirió así al subsidio agrario, el equivalente al paro en los trabajadores del régimen general: "Esa subvención se utiliza después como instrumento captivo del voto. No sé si no es el momento de reflexionar sobre lo que significa el gasto del PER en Andalucía y Extremadura. Eso tenía sentido hace unos cuantos años pero hoy no es así. Yo sé que las cosas que no se quieren oír duelen muchísimo". Lejos de rectificar, un día después afirmó que había mucho fraude y se comprometió a dar nombres y apellidos, algo que no hizo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, azuzó el pasado mes de marzo el viejo debate político sobre el Plan de Empleo Rural (PER) y el subsidio agrario. "Se han ido a Sevilla, han hecho un congreso y han hecho lo único que creen que debe hacer un Gobierno: utilizar el dinero de los contribuyentes para dar pitas, pitas, pitas. Esto la gente del campo sabe a lo que me refiero.

Dolores de Cospedal. En una intervención ante la junta directiva del PP andaluz en 2008, la secretaria general del PP dijo: "Con un gobierno del PP en Andalucía, los andaluces ya no van a tener que irse fuera a buscar un puesto de trabajo".

La vicesecretaria de Acción Electoral, Ana Mato, afirmó también en 2008: "Los niños andaluces son prácticamente analfabetos. Es que es verdad, es que Chaves no ha hecho nada por la educación de los niños, parece que le gusta y quiere que estén así"

Un año antes, el eurodiputado Alejo Vidal-Quadras, se refirió así a Blas Infante, el precursor de la autonomía y considerado de manera oficial como padre de la patria andaluza: "Blas Infante, Dios lo tenga en su gloria, era un cretino integral y, además, nunca consiguió sacar un escaño. Era un payaso, vamos".

La ex dirigente catalana Montserrat Nebrera escribió a principios del año pasado sobre la ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. "Tiene un problema esta buena mujer y es que tiene un acento que parece un chiste, tiene un problema de comunicación, que se aturulla y se hace un lío". No contenta con ello, arremetió contra todos los que la criticaron y los llamó "politiquillos de tres al cuarto". Nebrera fue rechazada por su partido.

Antes, Juan Carlos Aparicio, cuando era ministro de Trabajo del Gobierno de José María Aznar afirmó: El peor favor sería dejar a Andalucía sumida en la indolencia". Peor fue la ex presidenta del PP en el País Vasco, María San Gil, quien dijo que "a los andaluces, la realidad nacional les suena más a chirigota; no tienen la seriedad necesaria que tiene que tener una reforma estatutaria". San Gil completaba unas declaraciones previas del eurodiputado del PP Jaime Mayor Oreja que, tras asegurar que en Andalucía "hay cierto miedo" a la alternancia, relacionó el término realidad nacional en el Estatuto andaluz con el "fenómeno islamista".

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