_
_
_
_
_

El 'número 2' de Al Qaeda llama a la guerra santa para vengar el asalto a la Mezquita Roja

El ejército paquistaní ha retirado al menos 286 cadáveres del interior recinto

El número dos de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri, ha pedido venganza por las muertes de los islamistas en la Mezquita Roja de Pakistán, en un vídeo difundido en Internet.

En él, ha añadido: "Este crimen sólo puede lavarse mediante el arrepentimiento o la sangre". También se ha dirigido al presidente pakistaní, Musharraf: "Tu salvación sólo puede producirse a través de la guerra santa".

286 cadáveres

Más información
La alargada sombra del conflicto afgano
El Ejército paquistaní aplasta la rebelión en la Mezquita Roja y mata al líder de los islamistas
El peligroso juego del general presidente
"Ojo por ojo, nariz por nariz"
Más que una mezquita
Al Qaeda equipara la liberación de Al-Andalus con la de Irak en su último vídeo

Mientras tanto, el ejército paquistaní ha retirado al menos 286 cadáveres del interior de la Mezquita Roja, según fuentes de la agencia EFE. Los cuerpos han sido trasladados a unos almacenes para su entierro durante la noche. El ejecutivo paquistaní, sin embargo, ha cifrado por el momento el número de muertos los muertos en 73. Según la fuente de EFE, que pidió el anonimato, el Gobierno pretende de este modo ocultar la matanza ocurrida en la mezquita.

El portavoz del ejército, Waheed Arshad, ha señalado no obstante que no podía dar una cifra de bajas entre las personas que había en la mezquita pues la recuperación de los cadáveres sólo podría hacerse una vez completada la fase de "peinado y limpieza" del complejo, que aún estaba en marcha.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Un largo asalto

Las tropas paquistaníes completaron el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad y acabaron con los últimos focos de resistencia a primeras horas de la tarde de este miércoles, según informaron fuentes del Ejército. De este modo se da por concluida la operación militar iniciada en la madrugada del lunes al martes para acabar con la revuelta de centenares de estudiantes fundamentalistas que, encabezados por dos clérigos radicales, los hermanos Ghazi, pedían la aplicación de la sharía (ley islámica) en todo el país. En el recinto del templo tenían en su poder a más de 300 personas como rehenes desde el pasado 3 de julio.

"La primera fase de la operación militar, cuyo objetivo era limpiar la zona de militantes fundamentalistas, está terminada", ha asegurado el portavoz militar, el general Waheed Arshad. "La segunda fase está apunto de empezar. Consiste en registrar la zona y retirar todas las granadas que no hayan explotado así como posibles bombas trampa", ha añadido.

El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, ordenó el asalto al templo después del fracaso de las negociaciones con el cabecilla de la revuelta, Abdul Rashid Ghazi. El otro líder de la insurrección, Abdul Aziz Ghazi, fue detenido el miércoles cuando trataba de escapar de la mezquita disfrazado con un burka. Rashid Ghazi, que murió ayer en los combates, llegó a asegurar que disponía de más de 1.800 hombres armados y que preferían morir a entregarse.

La ofensiva militar ha causado, según ha anunciado a última hora de la tarde el Ejército paquistaní, un total de 73 milicianos muertos. En su balance, las autoridades militares no hablan de civiles ni tampoco de soldados entre las víctimas, pero en su último informe de ayer reconocían nueve militares muertos.

Un desafío de consecuencias imprevisibles

Antes del asalto, las autoridades habían acusado a los radicales, algunos presuntamente relacionados con Al Qaeda, de retener a entre 300 y 400 personas, entre ellas mujeres y niños, y de usarlas como escudos humanos. De momento, desde que empezó el asalto han liberado a cerca de 60 rehenes. La rebelión de los estudiantes radicales de la Mezquita Roja ha supuesto un auténtico desafío para el presidente Musharraf, aliado de Estados Unidos en la "guerra contra el terrorismo".

El presidente dirigirá un discurso a la nación el jueves a fin de explicar "una nueva estrategia para combatir el extremismo y el terrorismo", ha indicado un consejero presidencial. Los analistas internacionales señalan que el riesgo de nuevos disturbios es alto después del "martirio" de los radicales muertos en la mezquita. La oposición al régimen de Musharraf, reunida en Londres, ha asegurado que el asalto tendrá consecuencias imprevisibles y que va dar alas a los extremistas. De momento Al Qaeda ya ha hecho saber sus intenciones al respecto. El segundo en la dirección de la organización terrorista, Ayman al-Zawahiri, ha llamado a la venganza por el asalto a la mezquita en un video publicado en Internet. "Este crimen sólo puede ser lavado con más sangre", ha afirmado al-Zawahiri, en una grabación en la que se ha dirigido a los muslmanes paquistaníes.

Tropas paquistanís se retiran de los alrededores de la Mezquita Roja tras participar en el asalto
Tropas paquistanís se retiran de los alrededores de la Mezquita Roja tras participar en el asaltoEFE

Pakistán refuerza la seguridad para el entierro de clérigo radical muerto en la Mezquita Roja

Las autoridades de Pakistán han reforzado la seguridad en el área de Rojhan Mazari, en el centro del país, para el entierro del clérigo radical Rasheed Ghazi, muerto el martes durante el asalto a la Mezquita Roja de Islamabad. El cuerpo de Ghazi, dirigente de los radicales atrincherados en el templo, fue trasladado el miércoles en helicóptero a su localidad natal, a la que también permitieron viajar a su hermano y líder máximo de la Mezquita Roja, el detenido Abdul Aziz.

Está previsto que el entierro se celebre este jueves en Rojhan Abdullah en presencia de los familiares y seguidores de Ghazi, mientras en Islamabad se celebran las honras fúnebres de algunos de los fallecidos en el asalto que comenzó en la madrugada del lunes al martes y culminó el miércoles.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_