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REINO UNIDO

Los Lores niegan el derecho a la muerte asistida a la enferma terminal que pedía la eutanasia

El Tribunal Superior le denegó en octubre el permiso para que su marido le ayudara a morir

La Cámara de los Lores, máxima instancia judicial inglesa, ha denegado a la enferma terminal Diane Pretty, el derecho a morir ayudada por su marido, ante su incapacidad para suicidarse. La petición de Pretty ha sido denegada por unanimidad de los cinco jueces lores encargados del caso.

Los Lores justifican su decisión en que las legislaciones sobre derechos humanos están para proteger la vida y no para acabar con ella.

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Diane Pretty quiere morirse, y la ayuda de su marido es fundamental para dejar de sufrir los dolores que le produce una dolencia neuronal motora que le ha llevado a un estado terminal. Por ello pedía a los Lores que permitiesen la asistencia de su marido para que pudiese suicidarse sin que hubiese consecuencias penales para él.

Diane, que argumenta que su calidad de vida es nula, ha emprendido una batalla legal para conseguir que su marido, Brian Pretty, no sea procesado si la ayuda a quitarse la vida.

La enferma, de 43 años y que está paralítica, decidió recurrir a la Cámara de los Lores después de que el Tribunal Superior denegara en octubre pasado el permiso para que Brian Pretty no sea llevado ante la Justicia si la ayuda a morir.

A través de su familia, Diane decía hoy que esperaba que los lores le otorgasen su "último deseo" y le permitiesen "decidir cómo morir".

"He intentado todo tipo de tratamiento médico que se me ha ofrecido, y luché contra esta enfermedad", dijo Diane, quien pide que se le permita morir con dignidad.

"Así es como quiero que mi familia me recuerde, como alguien que respetó la ley y pidió a cambio que la ley respetara sus derechos", subrayó esta madre de dos hijos, Clara, de 24 años, y Brian, de 22.

Por una nueva legislación

Pretty, a quien se le diagnosticó la enfermedad hace dos años, llegó a escribir hace unos meses una carta al primer ministro británico, Tony Blair, en la que le instaba a modificar la legislación para permitir la eutanasia.

Respaldada por la Sociedad de la Eutanasia Voluntaria y el grupo pro derechos humanos Libertad, la enferma sostiene que su situación es degradante e inhumana.

La directora de la citada sociedad, Deborah Annetts, señaló hoy que más del ochenta por ciento de los británicos considera que Diane tiene derecho a elegir cómo quiere morir.

La batalla legal comenzó en agosto pasado cuando el director de la Fiscalía Pública, David Calvert-Smith, basándose en la Ley de Suicidio de 1961, recalcó que no podía garantizar que Brian Pretty no fuera procesado si ayudaba a su esposa a perder la vida.

Según la legislación vigente, cualquier persona que ayude a otra a quitarse la vida afronta una condena de catorce años de cárcel.

Brian Pretty besa a su mujer Dianne después de ganar su primera batalla legal
Brian Pretty besa a su mujer Dianne después de ganar su primera batalla legalREUTERS

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