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Un bombo amable

El Barça y el Madrid se miden con el Shakhtar y el Tottenham, rivales de segunda fila .-Duro emparejamiento entre el Manchester United y el Chelsea .- Sonríe el Inter, que se mide con el Schalke

Sorteo amable para los equipos españoles en los cuartos de final -con la ida el 5 y 6 de abril y vuelta el 12 y 13-, que se las verán con dos equipos considerados de segunda fila. El Madrid se la juega contra el Tottenham (ida en el Bernabéu y la vuelta en White Hart Line), equipo inglés de llegada temible pero frágil en defensa. El Barça se las verá con el Shakhtar (el partido definitivo en Ucrania), conjunto que practica un fútbol atildado por la extensa nómina de brasileños con los que cuenta. Pero nadie juega mejor que el Barça, que anula con facilidad al rival que le discute la pelota. Peor fortuna han tenido el Chelsea y el Manchester United, los conjuntos ingleses más potentes, que se verán las caras (la vuelta en Old Trafford) y, por lo tanto, se restarán entre ellos. Un alivio para el resto de los participantes del cuadro. Es el Mufc, sin embargo, un poco más favorito por su infinidad de recursos en el ataque que los blues, nulos en la creación. El último enfrentamiento empareja al Schalke con el Inter (el primer duelo en el San Siro), equipo que brilla por su experiencia y no por su fútbol, pero que se frota las manos porque los alemanes son los más débiles, sin futbolistas universales a excepción de Raúl, que no se desgasta nunca. La suerte está echada. Solo dos se medirán en Wembley, el próximo 28 de mayo.

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1.- Madrid-Tottenham

Con un potencial ofensivo tremendo, con White Hart Line enfervorizado por repetir la gesta de 1962, cuando alcanzaron las semifinales, el Tottenham es un rival incómodo por su facilidad para alcanzar el área rival. Aunque se atasca en la salida desde atrás, con centrales de mucho músculo y escaso pie, los Spurs pueden presumir de tener tanto talento en las líneas adelantadas como cualquier grande de Europa. Un rival a la medida del Madrid. El equipo de Mourinho, abrigado en defensa y bien cerrado gracias al generoso juego de ayudas de los medios, es letal en el contragolpe y en sus embestidas. Si le quita la pelota y juega en posiciones avanzadas, el Tottenham -definido por un 4-2-3-1- se diluye por completo, sin más recursos que el juego largo.

En la portería está Gomes, un guardameta capaz de lo mejor y de lo peor, que a veces escupe balones imposibles pero en otras ocasiones, convierte sus manoplas en auténtica mantequilla. No tiene sitio en la selección brasileña y es un punto flaco, con apuros por arriba pero bueno bajo palos. Tampoco destaca en exceso la primera línea, con un lateral derecho (Hutton) notable por su participación en el juego aunque frágil a sus espaldas, con un eje de la zaga renqueante (oxidado Gallas y poco fiable Dawson), y con un lateral izquierdo explosivo (Bale), que destaca por su potencia y facilidad para descontar rivales, además de encañonar al marco rival. Sandro y Modric comparten el eje del campo, con el primero como destructor y el segundo de ingeniero. El juego se inclina por las bandas, donde Lennon desborda por su velocidad, con piernas como cohetes, y donde Pieenar, habilidoso como pocos, lanza quiebros y pases al interior. Ahí aparece Van der Vaart, el genio, el que rompe con sus llegadas desde la segunda línea y con los pases de escuadra y cartabón a los delanteros del Tottenham, que cuenta con un elenco de lo más variopinto: el espigado pero sorprendentemente técnico Crouch, el fiero Pavlyuchenko y el siempre oportuno Defoe. Les faltaría, en cualquier caso, un delantero letal, con protagonismo a nivel mundial.

Once tipo: Gomes; Hutton, Dawson, Gallas, Bale; Sandro, Modric; Lennon, Van der Vaart, Pieenar; y Crouch.

2.- Barcelona-Shakhtar

En la fría ciudad de Donetsk el balón se mueve al ritmo de la samba, con el equipo repleto de brasileños, de buen trato a la pelota y excelente definición. Atrás son más lentos e inseguros, pero actúan como grupo. Queda por ver si son capaces de superar la presión -es la primera vez que están en cuartos de final en la competición- y poner en entredicho al Barcelona, que no tiene rival a la hora de mover y repartirse la pelota.

De manos firmes y reflejos sensacionales, felino en los manos a manos con los delanteros rivales, el joven Pyatov es un guardameta con buen futuro, con las salidas por alto como tarea a pulir. Le defiende, en ocasiones desde demasiado cerca, la línea liderada por Chigrinski , que regresó este verano tras un paso fracaso por el Barcelona. A su lado está Rakytskyi, un central bien plantado, estupendo en lo táctico y nada desdeñoso en la salida del balón. Pero el equipo flaquea por los costados de la retaguardia, donde Rat se pierde en los marcajes y Srna, sensacional a balón parado y en el liderazgo, tiene las piernas cansadas. Con el 4-2-3-1 fijo, en la medular comparten el puesto Fernandinho y Douglas Costa, que tienen magia en las botas pero que no parecen medios de sacrificio, más cerebros con el balón controlado que cierres dados a romper las líneas de pase. Y la velocidad revienta en la siguiente línea, con el talentoso Eduardo (ex del Arsenal), el cohete y mejor pasador William, y el ingeniero Jadson. Los tres se asocian a un ritmo endiablado, todos con facilidad para el desborde y de olfato goleador. Arriba el gol lo pone Luiz Adriano, que también corre que se las pela y que tira unos desmarques tan precisos como dañinos.

Once tipo: Pyatov; Srna, Chigrinski, Rakytskiy, Rat; Douglas Costa, Fernandinho; Eduardo, Jadson, Williams; y Luiz Eduardo.

3.- Inter-Schalke

El Inter, actual campeón, aterriza en los cuartos cargado de moral después de voltear la eliminatoria de octavos de final frente al Bayern, con una exhibición de temple y pegada en el Allianz Arena. El cuadro italiano ha recuperado la consistencia de la mano de Leonardo, que ha mantenido el código genético estajanovista implantado por Mourinho. Pese a tener algunas bajas de peso como las de Diego Milito o Samuel (suplido por Ranocchia), los italianos cuentan con un once poderoso. Julio César no está en su mejor momento y, pese a algunos errores, continúa siendo uno de los mejores porteros del mundo. Un sistema defensivo de hierro aderezado con el incombustible Maicon, la veteranía de Cambiasso y el veneno de Sneijder. En la punta de ataque, uno de los mejores estiletes del continente: Samuel Eto'o. Tras un arranque fulgurante, el camerunés se desdibujó, pero ahora ha recuperado su olfato.

Once tipo: Julio César; Maicon, Lucio, Ranocchia; Chivu; Stankovic, Cambiasso; Motta, Sneijder; Pandev y Eto'o.

Enfrente, un Schalke que aterrizará en la cita marcado por la fulminante salida de Felix Magath, relevado en el banquillo por Ralf Rangnick, buen conocedor de la casa. El equipo alemán, que deambula sin pena ni gloria por la Bundesliga, eliminó al Valencia en octavos y cuenta con su poderío físico, la estrategia y las segundas jugadas como mayores argumentos. También la velocidad de Farfán, una bala en distancias cortas, y el instinto de Raúl, en estado de gracia, pueden acarrear problemas para el Inter. La defensa, lenta, poco compacta y comandada por el exmadridista Metzelder, es su talón de Aquiles.

Once tipo: Neuer; Uchida, Howedes, Metzelder, Escudero; Farfán, Matiz, Kluge, Jurado; Raúl, Gavranovic.

4.- Chelsea-Manchester United

La final de la Champions de 2008 se repetirá esta edición. El Chelsea, que jugará la ida en su casa de Stamford Bridge, buscará la revancha de un duelo que perdió en los penaltis con aquel fatídico resbalón del capitán Terry. Será la primera gran barrera en el sueño eterno del magnate Roman Abramóvich de conquistar la orejona, una meta para la que en el mercado de invierno ha desembolsado 58 millones de euros por Fernando Torres, el fichaje más de caro de un futbolista español. El Niño, sin embargo, está de momento seco como blue, pese a ese tridente tan temible que puede formar en ataque con Anelka y Drogba, descartado hasta la fecha por Ancelotti. Los tres están condenados a buscarse la vida arriba ante la sequía creativa del Chelsea, un equipo sin imaginación ni pase en el centro del campo. Solo así, al puro balonazo, sacó un triste empate en la vuelta de los octavos contra el Copenhague (0-0). Con un juego muy soso. Dinamita arriba, sí, y el músculo de siempre en todas las líneas, pero con muy poco fútbol hilado.

Once tipo: Cech; Ivanovic, Terry, Alex, Cole; Ramires, Essien, Lampard, Malouda; Anelka y Torres.

Más poderoso el Manchester United, que disfrutará de la vuelta en Old Trafford, y que acumula todavía más recursos ofensivos. A Rooney, Nani y el incombustible Giggs se ha unido la explosión del mexicano Chicharito Hernández, un filón de cara a portería, muy acertado siempre en los minutos finales y que le ha quitado el puesto al búlgaro Berbatov. Otra diana del viejo Ferguson, que lo cazó antes del Mundial de Sudáfrica y su aparición en el escaparate internacional. El Manchester deberá recuperar sensaciones de cara al duelo, toda vez que ha perdido tres de sus cinco últimos partidos y que ha sufrido en defensa por las lesiones de Vidic y Ferdinand (este será baja lo que resta de temporada). Incluso acabó pidiendo la hora en casa para pasar de ronda ante el Olympique de Marsella, como le ocurrió al Chelsea contra el Copenhague. Los dos colosos del fútbol ingleses velan armas ante su gran enfrentamiento.

Once tipo: Van der Sar; O'Shea, Vidic, Ferdinand, Evra; Fletcher, Carrick, Scholes, Giggs; Rooney y Chicharito.

Gary Lineker, durante el sorteo.
Gary Lineker, durante el sorteo.SEBASTIEN FEVAL (AFP)

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