_
_
_
_
_

UBS ayudaba a sus clientes a evadir impuestos a través de Hong Kong

El banco suizo utilizaba empresas asiáticas para desviar el dinero de ciudadanos estadounidenses

El acuerdo entre el Gobierno estadounidense y UBS para revelar la identidad de los clientes de EE UU sospechosos de evadir impuestos está dando los primeros frutos. Las declaraciones de algunos de los afectados y los informes de las empresas intervenidas han lanzado dos pistas, según publica hoy The Wall Street Journal: que Hong Kong se perfila como canal para esconder el dinero negro y que el banco suizo parece haber colaborado con los evasores.

John McCarthy es uno de los 250 empresarios cuyo nombre figuraba en la lista que UBS ha pasado al Tesoro. Él mismo ha admitido irregularidades en un informe anual presentado al fisco estadounidense y se ha declarado culpable a través de una nota en la que aseguraba haber utilizado una empresa fantasma con sede en Hong Kong para evadir impuestos, según ha indicado el diario financiero.

Más información
UBS facilitará a EE UU la identidad evasores de impuestos en Suiza
UBS entregará a EEUU 5.000 nombres de evasores
El banco suizo UBS entregará a EE UU la identidad de 4.550 clientes
Un ex banquero de UBS y un abogado suizo, acusados de ayudar a los evasores
El acuerdo de cooperación fiscal Suiza-EE UU pasa el primer trámite parlamentario

Con la ayuda de UBS y de un abogado suizo, McCarthy desvió fondos de su propia empresa, en Los Ángeles, desde un banco estadounidense a una entidad en Hong Kong llamada COGS Enterprises, que figura como titular de una cuenta de UBS abierta en 2003. Entre 2003 y 2008, McCarthy mantuvo varios encuentros con representantes de UBS y el abogado suizo para discutir los detalles de la operación.

El caso de Jeffrey Chernick es similar. También se ha declarado culpable de ocultar al Tesoro algunas comisiones ganadas y también utilizó una empresa en Hong Kong para hacer llegar el dinero a cuentras secretas abiertas en paraísos fiscales.

Nada puede impedir que las empresas europeas y estadounidenses inviertan en la ex colonia británica, en tanto que su planificación impositiva es totalmente legítima -no funciona como un paraíso fiscal-. Los problemas se derivan de su estructura empresarial, que copia, en gran medida, la de corporaciones de Europa y EE UU, con el riesgo de que Hong Kong ya estuvo en el punto de mira por no compartir información sobre impuestos con otras jurisdicciones.

La justicia estadounidense permanece ahora a la espera de que UBS desvele nuevas identitades relacionadas con entre 5.000 y 10.000 cuentas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_